Gerardo Crespo, que insiste en que los políticos están «nerviosos» y «tienen miedo y mucho que callar», dice no entender un sumario en el que se afirma que había cursos fantasma y que llevaban años estafando con cursos de formación mientras en los 25 años que lleva trabajando con la administración jamás le detectaron irregularidad alguna «pese a los rigurosos controles que hacían de los mismos los funcionarios e inspectores». De hecho, según sostiene, la primera vez que le revocaron un curso en toda su trayectoria profesional fue a principios del 2012, cuando ya estaba siendo investigado. «Antes, nunca», destaca. Para Crespo, esto solo puede tener una lectura, y es que «los políticos, al enterarse de que la policía lo estaba investigando, revocaron los proyectos para salir diciendo que ellos también habían detectado irregularidades, cuando es falso y ni siquiera me dieron la oportunidad de dar explicaciones».
Gerardo Crespo lanza un llamamiento a los inspectores y funcionarios de las distintas administraciones que a lo largo de un cuarto de siglo fiscalizaron sus cursos y proyectos «sin encontrar nada extraño o anomalía alguna». Cree que los políticos les están dejando en muy mal lugar y pide al personal de la administración que «hable y se defienda de las insinuaciones de los responsables públicos». Por otra parte, Gerardo Crespo anunció que en esta semana presentará la querella por injurias contra la conselleira de Traballo, Beatriz Mato, por sus palabras en el Parlamento. Además, solicitará a la jueza que pida todos los expedientes de los cursos o proyectos que le concedieron para evitar que «se puedan perder».