Recibe una cura casera y anestesia de caballo tras ser pateada por una yegua

TANIA TABOADA LUGO / LA VOZ

GALICIA

Alberto López

Denuncia que el dueño de la granja en la que trabajaba le impidió ir al médico porque no estaba asegurada

21 jul 2017 . Actualizado a las 18:20 h.

Susana y Jonathan, una pareja -ella de 23 años y de Teruel y él de 27 años y de Navarra- presentaron en el Juzgado de Lugo una denuncia contra los administradores de una empresa ganadera de Pacios (cuya versión de los hechos no fue posible obtener) en el municipio lucense de Friol, por unos supuestos hechos ocurridos en la granja donde empezaron a trabajar el 18 de junio. «Empezamos a buscar trabajo para verano y vimos en Internet que una ganadería de Friol buscaba personal. Contactamos con una de las administradoras, nos ofreció 2.500 euros para los dos y aceptamos», indicó la pareja, que llegó a Friol el 18 de junio y se hospedó en la segunda planta de la casa de los propietarios, un padre de 80 años y sus dos hijos.

Según relata la pareja, su intención era regresar en octubre a su lugar de origen pero a la semana de llegar surgieron los problemas. Supuestamente, el 24 de junio, una yegua propiedad de los ahora denunciados, le propinó una patada en el abdomen a la joven y le abrió la herida de una cesárea que le hicieran en abril del año pasado. «Uno de los dueños, el de 80 años, estaba cerca cuando se produjo el percance. Escuchó mis gritos y vino al lugar. Le dije que quería ir al médico pero me dijo que no fuera porque no estábamos dados de alta en la seguridad social. Me cogió, me llevó para dentro de un establo, me puso anestesia de caballo y me cosió la herida con una aguja y un hilo verde», manifestó Susana, que indicó que se puso en sus manos ante la negativa de este de llevarla al médico.

Según indicó la joven, al día siguiente del percance continuó con sus trabajos.«Seguí levantando sacos de pienso de 20 kilos para los pollos hasta que empecé a notar un agujero en la herida que supuraba. Empecé a manchar las camisetas, tener dolor en el abdomen y el siete de julio fui al hospital. Ese día los dueños nos dijeron que teníamos una hora para recoger nuestras cosas», indicó Susana, que acto seguido su pareja llamó a la ambulancia y la recogió, sobre las once horas, en la carretera que da acceso a la explotación. «Me vino a recoger a la carretera porque los dueños nos tenían internos. Nos vieron esperando por la ambulancia pero ni caso nos hicieron. Pasaron los tres en el coche y se fueron a Bélgica, lugar donde están ahora», indicó la pareja.

Una vez en el hospital, la joven fue atendida y tras hacerle las curas y pruebas le dieron el alta. «Notaba que empeoraba y al día siguiente volvimos a urgencias. Me ingresaron en la UCI», indicó la joven, que aportó el informe médico de la primera asistencia y el justificante de ingreso.

Según manifestó la pareja, los propietarios le comunicaron que no volvieran por la explotación y para ello le mandaron un burofax, comunicándoles el abandono del puesto de trabajo .«Nos hicieron una transferencia a nuestras cuentas de 160 euros a Susana y 333 euros a mí», indicó Jonathan, que denunció que los dueños no le dejaron sacar sus pertenencias de la casa y que aún siguen allí.

Inspección de Trabajo

Según indicó la pareja, fueron dados de alta en la seguridad social el siete de julio, día que la joven acudió al HULA. No obstante, los jóvenes aseguraron que no disponen de ningún tipo de contrato de trabajo, algo que tienen confirmado con la gestoría. Por esta razón, interpusieron el día 12 una denuncia. «No nos facilitaron contrato ni nóminas a pesar de pedirles la documentación. Desconocemos si nos dieron de alta en la Seguridad Social», concluyó la pareja.