La niebla sigue mandando en la A-8

José Francisco Alonso Quelle
josé alonso RIBADEO / LA VOZ

GALICIA

ALBERTO LÓPEZ

Tres años después del accidente de O Fiouco el tráfico continúa siendo desviado y se crean retenciones kilométricas

23 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Mes de julio, sol y fin de semana. Tres factores de cuya coincidencia en A Mariña lucense resulta que el tráfico se dispara, con miles de vehículos camino de las playas. La ida, por las expectativas de todo un día por delante, suele ser tranquila, pero el regreso es otro cantar. La autovía del Cantábrico (A-8) provoca el efecto contrario para el que fue concebida, y con niebla se convierte en un embudo a la altura de Mondoñedo, en el alto de O Fiouco. El aviso de Tráfico en los paneles de Abadín y Barreiros, por habitual, ya no sorprende a nadie: circulación interrumpida desde el kilómetro 536 al 552, en ambos sentidos. Toca desviarse por la carretera nacional, en Arroxo (Lourenzá) y en A Xesta (Abadín). Ocurrió este domingo, formándose retenciones kilométricas desde las rotondas de los accesos y colmando la paciencia de los conductores, muchos de los cuales desahogaron su indignación en las redes sociales.

La niebla sigue mandando en la A-8. Y lo continúa haciendo tres años después del dramático accidente en cadena de coches y camiones en O Fiouco, en el que una mujer falleció y medio centenar de conductores y viajeros resultaron heridos de diversa consideración (se llegó a instalar un hospital de campaña). Ese día se apreció con toda crudeza la magnitud de un problema, la niebla, que ya se había intuido en los cinco meses anteriores, desde la inauguración delos tramos de Mondoñedo de la A-8 (Mondoñedo-Lindín y Lindín-Careira) tras invertir casi 200 millones.

Desde entonces, tanto la Dirección General de Tráfico como el Ministerio de Fomento han realizado «todos los esfuerzos posibles para tratar de garantizar, en todo momento, que los usuarios de la vía circulen en unas adecuadas condiciones de seguridad». Lo afirma el Gobierno en una respuesta parlamentaria.

Añade que se han instalado «la práctica totalidad de las medidas disponibles en el mercado en materia de gestión y explotación de carreteras». En ello se circunscribirían señales luminosas, paneles y radares de tramo reduciendo la velocidad máxima en situaciones de niebla, entre otras medidas. 

Desvío automático

Además, en diciembre del 2016 se puso en marcha un nuevo sistema de desvío automatizado del tráfico de la autovía, cuando se prohíbe la circulación y el tráfico ser deriva por la carretera nacional. De este sistema, el Gobierno dice que «agiliza significativamente la implementación de las pautas de actuación y optimiza el tiempo de corte de la autovía».

De forma paralela -explica el Ejecutivo- se actuó en la carretera nacional, extendiendo una nueva capa de microaglomerado en frío y se repintaron las marcas viales.

Pero nada de ello resuelve el problema de la niebla de la A-8 que, a la vista está, sigue latente.

Sobre ello, en abril del 2016 el Ministerio de Fomento finalizó la consulta preliminar de mercado (CPM) para buscar soluciones innovadoras. Un total de 26 participantes registraron sus propuestas, agrupándose en dos grandes bloques: sistemas de ayuda a la conducción y sistemas de eliminación, desplazamiento o aislamiento de la niebla.

El Gobierno sostiene que este año el Ministerio de Fomento licitará la experimentación a escala real con prototipos de sistemas innovadores de protección antiniebla en un tramo de prueba anexo al tramo de la A-8 afectado por la niebla. La previsión es que se lleve a cabo «durante la próxima temporada de episodios de niebla densa».

En los Presupuestos Generales del Estado de este año figura una partida para esta actuación, si bien el Ejecutivo matiza que el departamento que dirige Íñigo de la Serna está ultimando el convenio para financiarla con fondos Feder.

¿La solución? No llegará pronto. Primero habrá que comprobar que los sistemas innovadores son efectivos. «Una vez validada la tecnología ensayada, se procedería a una contratación convencional para la construcción y/o instalación de los sistemas antiniebla seleccionados», sentencia el Gobierno.