Ordenan el ingreso en prisión de una mujer condenada por agredir a su ex hace 10 años

manu otero VIGO / LA VOZ

GALICIA

Óscar Vázquez

Asegura que su expareja la maltrató durante los 15 años que duró la relación

12 ago 2017 . Actualizado a las 18:22 h.

El 1 de septiembre, Noemí Otero deberá entrar en prisión. Diez años después de haber agredido con una navaja a su exnovio, también procesado y al que la condenada acusa de malos tratos durante los quince años que duró la relación. A esta vecina de Vigo le han impuesto una pena de cuatro años y tres meses de cárcel. Agotados todos los recursos, la mujer busca ahora apoyos en la plataforma Change.org para solicitar el indulto y que se suspenda su entrada en prisión. En una semana ha logrado 870 firmas. Dice que el abogado de ex dilató todo el proceso.

«Yo no me veo pisando allí ni un día. No acabo bien, prefiero otra cosa antes que entrar», relata hundida y con miedo a perder la vida que había recuperado en los últimos años. Superó la depresión que le hizo quedarse sin la custodia de su hija y encontró la estabilidad laboral como operadora telefónica de una multinacional. Pero la orden de entrada en prisión la hizo recaer y vuelve a estar en tratamiento psiquiátrico. La sentencia de la Audiencia Provincial de Pontevedra es firme y le impone tres años y seis meses de prisión por un delito de lesiones con instrumento peligroso y alevosía con el agravante de parentesco, además de otros nueve meses por incumplir la orden de alejamiento impuesta tras la pelea.

La relación con su exnovio comenzó cuando ella tenía 15 años. «Fue mi salvación, sufrí maltrato de mi padre y mi hermano, pero luego las palizas más grandes me las dio él», relata. Durante el noviazgo, asegura la viguesa que está a punto de cumplir los 40, sufría palizas constantes por las que sufrió tres abortos. Aunque uno de sus embarazos logró salir adelante. Pero el episodio que cambió su vida ocurrió hace diez años. «Mi pareja metía gente en casa a consumir drogas, pero ese día estaba harta. Me tiró al suelo y no me quedé quieta, lo primero que cogí fue una navaja», recuerda Otero. Con el arma (de cinco centímetros, según el fallo judicial) le asestó siete cuchilladas en el tórax, brazo y cuello.

Desde entonces, los enfrentamientos continuaron y ambos incumplieron la orden de alejamiento. Noemí denuncia que hubo acoso por parte de su expareja y sus allegados. «Me pusieron más de 130 denuncias y me han absuelto de la mayoría», subraya la procesada. Una de ellas, sin embargo, es la que mayor daño le causó: perdió la custodia de su hija. Ello lo achaca a su depresión y falta de trabajo. La niña está con su excuñada y denuncia que no se la dejan ver. Nueve años después de aquella trifulca doméstica y con un retraso «sin justificación», según recoge la sentencia, se celebró un juicio que llevará a Noemí Otero a prisión.