La isla de Ons, del cámping gratuito a habitaciones por 120 euros

La Voz

GALICIA

A pesar del gran interés turístico que despierta, sigue conservando el encanto de siempre

17 ago 2017 . Actualizado a las 11:35 h.

Los que conocían Ons de antes, saben que ya no es lo que era. Recuerdan todavía cuando el cámping era gratis y se podía alquilar una casa por 20 euros por persona, aunque el inmueble no fuera el lugar más acogedor del mundo. Todo era más espontáneo, más de andar por casa. Ahora, es cierto, todo está mucho más cuidado. Los accesos, las casas e incluso las playas. Sigue siendo el mismo lugar enxebre de siempre, que tanto gusta a gallegos y visitantes, pero se nota el especial cuidado que tiene tanto la administración gallega como las empresas turísticas que allí trabajan por lo que saben que es un diamante en bruto.

La primera sorpresa ya llega a la hora de sacar el billete. Y no falta quien se queje por los elevados precios. Desde Bueu cuesta 14 euros para un adulto y siete para un niño de 6 a 12 años. Alojarse dos adultos y dos menores de entre cuatro y doce años un fin de semana en el cámping sale por 115 euros (incluidas las tarifas de barco), mientras que si se opta por un apartamento para cuatro personas, el precio es de 160 euros por día, también se incluye el desplazamiento en barco. También se pueden alquilar habitaciones, la individual sale por 50 euros y la doble desde 75: «A nosotros la habitación nos ha costado 120 euros al día con un niño de cinco años y un bebé de apenas 18 meses. Las habitaciones son sencillas pero están bien. Lo mejor son las vistas que tienen», comenta una pareja de Madrid que decidió hospedarse cinco días en Ons y que comenta la peculiaridad que tiene la isla: «A la una de la madrugada cortan la luz hasta las doce del mediodía y luego desde las cuatro de la tarde hasta las siete», aseguran tras bajar a la playa un rato.

En los arenales todavía se respira mucha tranquilidad, y sorprende que los extranjeros también sepan de esta pequeña isla al sur de la comunidad. En todos los casos, hay un tema de conversación que no falla nunca. Y es que el agua está que corta: «En Cádiz a veces te cuesta meterte, pero nada que ver con esto», comenta un mujer que al final consigue darse un chapuzón.

Al pasar por Area dos Cans, un chiringuito con una veintena de mesas ofrece mojitos por seis euros. A las ocho de la tarde está lleno: «¿Dónde se tira la bolsa de basura?», pregunta una pareja catalana antes de abandonar la isla. Y es cierto, nadie informa de este aspecto.