La ladrona era la asistenta

Tania Taboada LUGO / LA VOZ

GALICIA

OSCAR CELA

La empleada de un chalé de Lugo confiesa ser la autora de un robo en el domicilio en el que trabaja hace 10 años

18 nov 2017 . Actualizado a las 11:53 h.

La familia lucense Matalobos Díaz no da crédito a lo sucedido. Dos meses después de sufrir un robo con violencia en su chalé no esperaban nuca que la asistenta a la que contrataron hace más de diez años para ordenar su casa confesara casi dos meses después ser la autora del robo e inventarse la versión que contó a la policía. Una confianza echada por tierra y una experiencia que ahora repercutirá a la hora de contratar a una nueva empleada.

El pasado 28 de septiembre, agentes de la Policía Nacional de Lugo acudieron a un chalé ubicado en el barrio lucense de Augas Férreas tras recibir una alerta por un robo con violencia. La asistenta de la casa daba la voz de alarma dijo que dos encapuchados la habían encerrado en una habitación de la casa durante una hora y media, que la amenazaran pidiéndole la clave de la caja fuerte y que le provocaran heridas en las manos mientras los asaltantes desvalijaban el chalé.

El jueves por la tarde la cuidadora confesó ante la Policía Nacional ser la autora de los hechos, según las fuentes consultadas. «Se montó una película muy rara. Les dijo a los propietarios del chalé que se había visto con los ladrones en varias ocasiones desde el atraco. También contó que varios encapuchados la estuvieron esperando en un vehículo, que la obligaron a vender el material sustraído en lugares de empeño, que la amenazaban con matarla si contaba algo y que incluso la violaron», dicen las mismas fuentes.

Fueron los propietarios quienes, al parecer, le dijeron que fuera a la policía a denunciar lo que le estaba pasando. Uno de los dueños del chalé incluso la acompañó a la comisaría, donde la mujer estuvo declarando hasta las siete y media de la tarde.

Pero en la declaración de la cuidadora había versiones contradictorias, según las fuentes consultadas, y al final, tras la presión, acabó derrumbándose y confesando que había sido ella la ladrona. «Ela di que foi ela soa e que non había nin cómplices, nin romaneses nin outras persoas polo medio. Ademais dixo que rebentara ela a porta e que collera o material. Que non sabía por que o fixera pero que se lle fora a cabeza». Según el relato de estas mismas fuentes, la mujer dijo que parte del material robado lo tiene guardado en casa y el resto lo vendió obligada por unos rumanos.

Tras declarar, la mujer fue trasladada al hospital para una revisión psiquiátrica y los dueños del chalé cambiaron las cerraduras, las claves de las alarmas y pusieron cámaras de seguridad.