IU y Podemos sientan las bases sin Anova para concurrir juntos a las elecciones locales del 2019

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO VIGO / LA VOZ

GALICIA

Juan Merlo y Carmen Santos
Juan Merlo y Carmen Santos SANDRA ALONSO

El acuerdo es a nivel nacional y los dos promotores rechazan la tesis nacionalista en la nueva coalición

22 nov 2017 . Actualizado a las 13:24 h.

La carrera para situarse en posiciones destacadas de cara a las elecciones municipales, aunque sea de forma soterrada, comenzó hace meses. La cita con las urnas para renovar o revalidar alcaldes se prevé para mayo del 2019, y en el caso de Izquierda Unida y Podemos ya existe un principio de acuerdo para formar candidaturas conjuntas en todos los municipios de España posibles. Y es que ese pacto ya encarrilado, y pendiente de algunos flecos para cerrarse definitivamente, tiene varios objetivos claros que pasan, principalmente, por ocupar las mayores cotas de poder posible en el futuro mapa del municipalismo estatal.

Lo primero que se busca es consolidar la coalición -de la que todavía se desconoce el nombre que soldará definitivamente la confluencia- para robarle al PSOE la etiqueta de segunda fuerza más votada de España. A mayores, se persigue hacerse con el mayor número posible de bastones de mando para, de paso, ganar escaños en las diputaciones. En el caso de Galicia existen varias cuestiones todavía por resolver. La primera es saber qué pasará con la marca Marea, a la que Podemos, tras consultar a sus bases, rechazó sumarse para concurrir a las municipales del 2015. La otra gran incógnita pasa por el papel que ocupará Anova en este nuevo espacio de confluencia. La crisis que envuelve a Cataluña por la deriva nacionalista ha servido a Izquierda Unida para fijar posiciones que se alejan del movimiento secesionista, algo que Podemos, tras meses de ambigüedad, parece que ahora también quiere rechazar de plano.

Caso contrario se da en Anova, una formación de reconocida filosofía nacionalista en Galicia, algo que no agrada a Izquierda Unida ni a Podemos, por lo que, por ahora, no está claro que dejen entrar a la formación en la nueva alianza política. Podemos, por su parte, y a través de su líder, Pablo Iglesias, cerró las bases de la alianza con Izquierda Unida, que juega un papel ventajista en el contexto de las ciudades gallegas por la tradición que tiene desde su fundación en los años ochenta.

El hecho de que la formación morada no tenga representantes en las corporaciones municipales, y que su actividad en la vida municipal sea mínima o simbólica en el contexto urbano gallego, es asumido por Pablo Iglesias, que ya habría aceptado dar la voz cantante a Izquierda Unida para que encabece las listas electorales y decida qué posiciones ocuparán las personas que conformarán cada lista. Esta misma semana, y antes de trascender la nueva alianza, el secretario de organización de Podemos Galicia, Juan Merlo, explicaba a La Voz que, en lo referido a la primera ciudad de Galicia, Vigo, ya trabajan en un proyecto con la actual Marea mucho más amplio que el del 2015, al que sus bases rechazaron unirse: «Este traballo xa está moi avanzado e existen acordos importantes e esperamos moi pronto presentalo formalmente».