El extraño fenómeno del río Ouro

Xavier Fonseca Blanco
Xavier Fonseca REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Xavier Fonseca / Daniel R. Portela

¿Por qué entró una enorme ola desde el Cantábrico en forma de tsunami?

20 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El fuerte oleaje asociado a la borrasca Evi ha dejado un fenómeno tan espectacular como insólito en las aguas del lucense río Ouro a su paso por la parroquia de Fazouro, en Foz. Una enorme ola ha entrado desde el Cantábrico a modo de tsunami. Los testigos no daban crédito a lo que estaban presenciando «Andei ao mar toda a vida e nunca vira unha onda tan grande. Veu unha soa e logo xa non chegaron máis coma esa», comenta Cándido Aguiar, vecino del lugar.

No es fácil precisar qué fue exactamente ese suceso meteorológico pero se ajusta bastante a un solitón. «Es una onda que retiene su forma y velocidad durante períodos de tiempo muy largos. Solo pierden su forma por choques con otros objetos. Es por eso que en los ríos pueden avanzar durante muchos kilómetros», explica el meteorólogo Juan Taboada.

En realidad el evento ocurrido en Fazouro sería un tidal bore, un tipo concreto de solitón. Este fenómeno es habitual en otros ríos del planeta como el Severn, en Inglaterra o el Qiantiang de China, donde las olas pueden alcanzar los cuatro metros de altura y moverse a una velocidad de 40 kilómetros por hora. «De todas formas esas olas se producen por efecto de las mareas vivas más intensas del año. Son algo muy previsible y se usan incluso para surfear», recuerda Taboada.

El caso de Foz tiene un origen diferente. Es cierto que el temporal coincidió con mareas vivas pero la acción de la Luna por sí sola no pudo provocar que el mar entrase con tanta intensidad. El solitón en Fazouro pudo ser el resultado de una combinación entre la fuerza del mar y el diseño del estuario. «Los movimientos ondulatorios tienden a dispersarse en cualquier medio e ir perdiendo su forma y velocidad. Por tanto la existencia de solitones es algo contraintuitivo. Se necesita algo que actúe contra esa dispersión. En este caso tendría que ver con las diferentes velocidades a las que se mueve el río y el agua que entró desde el mar producida por las olas», añade. Es probable que la forma del estuario del río Ouro y su orientación con respecto al tren de olas provocará un salto hidráulico. Este proceso ocurre cuando un fluido a altas velocidades descarga a zonas de menor velocidad y asciende de forma abrupta. «Alguna de las grandes olas provocó una subida repentina del nivel del río en su desembocadura, generando ese salto hidráulico que actuaba contra la dispersión y mantuvo la forma de la onda durante varios kilómetros», termina el físico.