Empresas de ambulancias piden al 061 renunciar al servicio por deficitario

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

MARTINA MISER

Si Sanidade lo acepta, deberá sacar un nuevo concurso del transporte urgente

22 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El último concurso para realizar el transporte sanitario urgente del 061 tuvo problemas desde un primer momento. El más criticado por las empresas pequeñas fue que se fijaron precios a la baja, por lo que era muy difícil competir con las grandes. Y lo cierto es que las consecuencias se están viendo. En torno a siete empresas han presentado ante Urxencias Sanitarias de Galicia la solicitud de renuncia a esta concesión porque no pueden mantenerlo a nivel económico. Son las que cubren cinco áreas de la comunidad gallega: Santiago, Bergantiños-Costa da Morte, Barbanza-Muros, Lugo centro y O Salnés-A Estrada.

El 061 distribuyó el servicio en catorce lotes con un presupuesto máximo de 121 millones de euros durante cuatro años, aunque la adjudicación no llega a los 115. Los cinco lotes afectados abarcan unos 43. ¿Y qué hará la Xunta ahora? Valorar la propuesta de renuncia de acuerdo con la legislación vigente y, en el caso de aceptarla, convocar un nuevo concurso. Eso sí, al ser un servicio esencial, no podrá dejar de prestarse hasta que haya nueva adjudicataria. Este transporte sanitario urgente incluye más de 120 ambulancias, la mayoría asistenciales y en torno a una docena medicalizadas. Al concurso, por cuatro años, se presentaron empresas de forma individual y otras a través de uniones temporales (UTE), y dan trabajo a unos 900 empleados en la comunidad.

El problema es básicamente económico. Las empresas, al pedir la renuncia, han tenido que presentar las cifras que demuestran que económicamente les está siendo inviable. Hace meses, en octubre, ya pidieron la inaplicación del convenio laboral, aunque en este caso no es la Administración sanitaria la que debe resolverlo. Lo solicitaron porque, según la patronal del sector, por cada ambulancia reciben unos 240.000 euros, y solo el coste laboral es de 280.000 por vehículo. Si el 061 acepta que renuncien, convoca otro concurso y eleva el precio de adjudicación lo lógico será que se abandonase esta inaplicación, porque podría cumplirse el convenio.

En estos momentos hay dos procesos paralelos, solicitar a Urxencias Sanitarias la renuncia al servicio y por otro lado la inaplicación. Dentro de esta última vía, en enero se reunió una comisión entre los sindicatos que firmaron el último acuerdo -UGT y CC. OO.- y los representantes de las empresas, pero no llegaron a ninguna solución. Ahora se buscará un acuerdo sobre solución extrajudicial de conflictos colectivos de trabajo (AGA) en la que podrán participar todos los sindicatos y no solo los firmantes, y en último caso se nombraría una comisión tripartita para mediar.

La situación es delicada para los cientos de trabajadores del sector porque, si se acepta la inaplicación, las empresas no tendrían que aplicar el convenio vigente, lo que empeoraría las condiciones laborales de los empleados. ¿Y el servicio que reciben los ciudadanos? Tanto desde la patronal como desde el 061 aseguran que la continuidad de la prestación está asegurada. Hasta que haya un nuevo concurso la empresa tiene la obligación de seguir prestándolo, no en vano es un trabajo esencial.

770 servicios diarios

Según la memoria del 061 del año 2016, se realizan 770 servicios diarios con estos recursos, 52 con los vehículos de soporte vital avanzado y el resto con los de soporte vital básico. El concurso recibió críticas desde un inicio por parte de las empresas más pequeñas, que alertaban de que con precios tan bajos no iba a poder mantenerse el servicio durante toda la adjudicación.

Cientos de médicos y enfermeros de los PAC exigen mejores condiciones de trabajo

Son más de un millar: en torno a 600 médicos y una cifra algo más pequeña de enfermeros. Y protestan porque cobran menos que sus homólogos en atención primaria y han visto cómo en los últimos años se han deteriorado sus condiciones de trabajo. Los facultativos y enfermeros de los puntos de atención continuada (PAC) se concentraron delante del Sergas para exigir mejores condiciones de trabajo y para retomar el pacto firmado en el 2008, en el que se regulan sus horarios y retribuciones.

Los médicos denuncian que mensualmente cobran unos 300 euros menos que un profesional de primaria, pese a que de media hacen ochenta noches al año de trabajo. No solo piden la equiparación salarial, que se congeló con la crisis, sino que también han presentado otras reivindicaciones laborales, como que no se les obligué a hacer horas de más y que este tiempo a mayores de su jornada habitual se abone de forma incentivada. Los profesionales sanitarios presentaron más de 800 firmas en la Consellería de Sanidade, y esta se comprometió a crear una comisión técnica esta misma semana para abordar sus demandas.

Apoyo de colegios

El Colegio Oficial de Enfermería de A Coruña ya mostró su respaldo a sus peticiones. En el escrito presentado por los trabajadores también se reclama un número adecuado de médicos y enfermeros y respeto a los tiempos de trabajo para garantizar una asistencia de calidad.

Además, exigen volver a cobrar el cien por cien de los complementos de nocturnidad y festividad, congelados en el año 2010, y las dietas completas. Las condiciones de trabajo, lamenta este colegio, han empeorado en recursos humanos, retribuciones y presión asistencial.