Juan Boullón: «El minifundio provoca el abandono del monte»

La Voz

GALICIA

CARMELA QUEIJEIRO

Su familia tiene 220 hectáreas de terreno, con predomino de eucalipto y pino

20 abr 2018 . Actualizado a las 23:16 h.

La familia Boullón, de A Pobra, tiene una amplia tradición en Barbanza en el ámbito de la explotación forestal. Es de las pocas que poseen una gran superficie, que se eleva a 220 hectáreas. Uno de sus representantes, Juan Boullón, explica que el principal problema en la comarca es el minifundio, que, asegura, «provoca el abandono del monte». Afirma que para sacar rentabilidad en este ámbito se necesitan, al menos, «extensiones de cuatro o cinco hectáreas». En las de su familia, pino y eucalipto, en mayor medida este último, son las especies predominantes, aunque también poseen terrenos con ejemplares autóctonos, como roble, nogal y castaño.

Asegura que, a diferencia de lo que ocurre en otros lugares de Galicia, donde considera que prácticamente hay un monocultivo del eucalipto, «en Barbanza hay también mucho pino: lo normal es que se busque un reparto». Sin embargo, reconoce que el rendimiento económico es el que motiva que exista predilección por el eucalipto. En su caso, explica: «Cada 15 años puedo sacar un turno de corta, mientras que con las especies autóctonas tengo que aguardar unos 50».

Asimismo, Juan Boullón se refiere a los precios y explica que el eucalipto está mejor pagado en la actualidad: «La rentabilidad del pino cada vez es peor». También comenta que existe una demanda creciente de eucalipto por parte de empresas de fuera de Galicia: «Hay una pastera de Portugal que se puso en contacto conmigo para alquilar el monte. Te pagan una cantidad y tú te olvidas de todo. Ellos plantan, hacen las cortas y se encargan de mantenerlo limpio. Lo que hace esta empresa es asegurarse la materia prima de cara al futuro». Reconoce que no se ha reunido con los miembros de la compañía para conocer las condiciones económicas, pero no descarta totalmente aceptar la oferta que le han hecho.

Para Juan Boullón, «si se implanta la cultura de erradicación del eucalipto, se provocará un abandono todavía mayor del monte, con los peligros que eso conlleva». Asegura que «las fincas abandonadas son un maná para los pirómanos. Está claro que cuando el terreno está limpio resulta más difícil que el fuego avance».

Bajo su punto de vista, los incendios son causados por personas enfermas: «Para quemar el monte tiene que haber un motivo, y no veo quién puede beneficiarse».