El maquinista del Alvia en la comisión del Congreso: «El de Angrois era un accidente anunciado»

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El interventor del tren ha asegurado que no tenían ninguna restricción a la hora de usar el móvil durante el servicio

11 jul 2018 . Actualizado a las 20:13 h.

El maquinista del Alvia siniestrado en Santiago, Francisco José Garzón Amo, ha asegurado esta tarde, durante la comisión de investigación del accidente de Angrois en el Congreso de los Diputados, que el suceso fue «un accidente anunciado», dado que era una línea «carente de toda seguridad» para controlar la velocidad del tren. La intervención de Garzón fue leída por el secretario de la comisión, el diputado de En Marea Antón Gómez Reino, por decisión del compareciente, quien se mostró muy afectado al comienzo de la sesión. «Preferiría que lo leyera otro», señaló entre lágrimas.

«Era un accidente anunciado en una línea, a lo que se ve, sin análisis y evaluación de riesgos de todos los elementos ferroviarios y carente de toda medida de seguridad que controlara que los trenes no superen la velocidad determinada en cada tramo y sobre todo en la curva», explicó en la intervención leída por Gómez Reino.

Garzón Amo, que compareció acompañado de su abogado debido a su condición de imputado en el procedimiento judicial por el siniestro, agradeció de nuevo a las víctimas del accidente y a sus familiares la «actitud y comprensión que demuestran cada día» con él y volvió a pedirles perdón.

«Prefería haber muerto yo a uno de ellos», dijo el conductor sobre la actitud que han mostrado con él los afectados

El maquinista pidió que durante la sesión se escuchase el audio de la conversación que mantuvo con el interventor el día del suceso, con posterioridad al accidente, solicitud que fue denegada por la mesa. De hecho, el intento del diputado de ERC Gabriel Rufián de reproducir la grabación durante su intervención motivó la decisión del presidente de la mesa de suspender la comparecencia, que se reanudó pocos minutos después.

Fue también el diputado de ERC quien preguntó a Garzón Amo si se sentía una cabeza de turco en el caso del Alvia, una valoración en la que el maquinista no quiso entrar. «Me considero una persona normal que tuvo un accidente, que cumplía con su trabajo. Y una llamada fue la fatífica», declaró muy emocionado el maquinista, quien también señaló durante su intervención inicial que no existía ninguna señalización que limitase la velocidad en la curva.

El maquinista del Alvia, durante su comparecencia en la comisión
El maquinista del Alvia, durante su comparecencia en la comisión

La diputada Alexandra Fernández insistió en la importancia de escuchar el audio completo de la conversación entre el maquinista y el interventor, en el que además de admitir Garzón que había pasado la curva a 190 kilómetros por hora en lugar de a 80, el conductor insistía en que ya había advertido del riesgo. «Esto ya se lo dije al de seguridad (...) que esto era muy peligroso, que esto iba a pasar (...) Yo creo que eso es un fallo de seguridad», dijo Garzón en esa conversación, según leyó la diputada de En Marea.

Fernández también preguntó al conductor del Alvia cómo vivía la actitud que hacia él habían mostrado las víctimas. «Prefería haber muerto yo a uno de ellos», resumió.

Durante la sesión de la tarde, también compareció el interventor del tren, Antonio Martín Marugán, quien, además de la llamada anterior, mantuvo una conversación telefónica con el maquinista antes de que se produjese el accidente y que, durante su intervención en la comisión, ha asegurado que nunca recibió ninguna indicación de la compañía que limitase el uso del teléfono móvil ni que alertase del riesgo de utilizarlo durante el servicio. El maquinista reconoció que fue durante esta conversación cuando se despistó, pero insistió en que tenían obligación de atender la línea corporativa. «Teníamos libre disposición para llamar cuando teníamos que llamar. No teníamos ninguna cortapisa», indicó, por su parte, Martín Marugán, quien admitió que, con posterioridad al accidente, la empresa sí recomendó al personal que las llamadas «se restringiesen a casos excepcionales», aunque no se trató de una prohibición.

Antonio Martín Marugán, interventor del tren siniestrado en Santiago
Antonio Martín Marugán, interventor del tren siniestrado en Santiago

Testimonios de los afectados

Manuel Salvador Román, familiar de una víctima del accidente del tren Alvia en Angrois en el que murieron 80 personas el 24 de julio del 2013, ha reclamado este miércoles en la comisión del Congreso que investiga el siniestro que los responsables de la «negligencia» pidan perdón a las víctimas por un episodio que «jamás debió ocurrir». Así, destaca el contraste con la actitud del maquinista, que sí trasladó sus disculpas.

En la segunda jornada de la comisión, que ha servido para escuchar un nuevo testimonio de una víctima del accidente, Salvador, que perdió a su mujer en el siniestro, ha reclamado a la comisión que trabaje de forma independiente para que «afloren actos o no actos que se hayan hecho de forma imprudente». «Que salga la verdad, que se sepa qué pasó y por qué pasó», ha pedido a los diputados.

«Ruego a los que tuvieron algo que ver que me pidan perdón a mí y a los que seguimos sufriendo por algo que jamás debió ocurrir», ha subrayado, apuntando a que la depuración de responsabilidades políticas servirá para que los afectados puedan tener «un cierto descanso».

Al tiempo, Salvador ha puesto de manifiesto su agradecimiento con el servicio de atención a las víctimas de Renfe, del que dice que recibió un excelente trato, a diferencia de otras víctimas que han comparecido en la comisión.

«Cacería» contra el maquinista

El presidente de la plataforma de Víctimas, Jesús Domínguez, que fue el primer compareciente que acudió a la comisión, ha seguido el resto de testimonios de víctimas. En declaraciones a los medios de comunicación se mostró esperanzado de que la comparecencia de Francisco José Garzón sirviese para aclarar que la verdad que se filtró a los medios por parte del ministerio, achacando el accidente a la velocidad a la que circulaba, fue una maniobra para «eludir el resto de responsabilidades».

«Volverá a pedir perdón, es la única persona que lo ha pedido», auguró con acierto Domínguez, quien ha calificado de «cacería» el tratamiento que se hizo de Garzón por parte del Gobierno. «Tenemos claro que tuvo un despiste, pero se quiso ocultar la desconexión de los sistemas de seguridad y otras negligencias», ha zanjado.

Por su lado, la diputada de En Marea Alexandra Fernández ha recalcado que en «cinco minutos» de cada comparecencia de las víctimas se han «desmontado» cinco años de «mentiras» del PP y PSOE sobre el accidente. Y ha reivindicado que vuelvan al final de la comisión para que puedan contestar a las siguientes comparecencias que se vayan dando en el Congreso.

«Desmontaron esa idea de que el maquinista era el culpable de todo para ocultar las causas más profundas que son las que debemos analizar en la comisión», ha señalado Fernández, reconociendo a la plataforma la investigación que ha realizado sobre el accidente, en contraposición con Renfe y Adif que «han estado negándose» a colaborar con la justicia.

Por su parte, la directora de la Oficina de Atención a Víctimas de Renfe, Carmen Jiménez Berrocal, ha defendido este miércoles en el Congreso la gestión que hizo la empresa pública «volcándose» desde el «minuto uno» en la atención a los afectados por el accidente del Alvia en Angrois (Santiago de Compostela) el 24 de julio de 2013, en el que murieron 80 personas.

Además, ha destacado que la entonces ministra de Fomento y actual presidenta del Congreso, Ana Pastor, estuvo «muy presente» y mantuvo «contacto permanente» con la oficina para conocer el estado de las víctimas.

Ante la comisión del Congreso que estudia las causas del siniestro, Jiménez ha explicado que desde el «minuto uno» se desplazó personal de Renfe hasta el lugar del accidente para dar apoyo a las víctimas. «Se volcó el ferroviario, con este y con cualquier accidente», ha alegado.

No obstante, Jiménez ha admitido que hasta el día 29, cinco días después del siniestro, no se conformó formalmente la oficina. «Como tal ya estaba tras el accidente, virtualmente, pero luego se hizo con nombre y ubicación especial», ha detallado ante una pregunta del diputado socialista Odón Elorza.

Lo que haga falta

El representante del PP en la comisión, Celso Delgado, que optó por no realizar preguntas a las víctimas del accidente, se ha estrenado cuestionando a Jiménez, en una batería de preguntas relacionadas con el papel que tuvo la entonces ministra de Fomento.

Según ha contestado la directora de la Oficina de Atención a Víctimas de Renfe, Pastor mantuvo contacto con ella y se mostró preocupada por hacer un seguimiento del estado y el ánimo de las víctimas, y dio instrucciones para que la oficina contara con todo lo que necesitara.

«(Pastor) Ha estado muy presente, hemos hablado continuamente. Ha sido muy doloroso, hemos tenido reuniones y ha intentado ayudar en todo lo posible», ha recalcado ante los diputados, frente a los que ha asegurado que Renfe se ha llegado a exceder en sus funciones gestionando temas relacionados con pólizas de seguros para que los afectados tuvieran la mayor cobertura posible.

Defiende que se puso en contacto con las víctimas 

Igualmente, la representante de Renfe ha señalado que se puso en contacto personalmente con todas las víctimas del accidente salvo con ocho, cuatro con las que fue imposible contactar y otras cuatro que vivían en el extranjero.

Por ello, ha rechazado la versión dada por María Concepción Díaz, vocal de la asociación de perjudicados por el accidente ferroviario del Alvia (Apafas), que en su comparecencia de este martes dijo que casi cinco años después de la catástrofe no ha recibido ninguna llamada, ni ninguna disculpa por parte de Renfe.

Jiménez ha reiterado, ante la incidencia en este tema de la diputada de En Marea Alexandra Fernández, que llamó personalmente a todas las víctimas menos a ocho. «He sido yo, no hay nadie más en la oficina. Me sorprende que alguien con la que he hablado... quizás no se acuerda», ha apuntado.

Y ha explicado que en el caso específico de Apafas, ella se reunió con su presidente Cristóbal Gonzalez y su abogado en encuentros en Fomento que contaban con responsables del ministerio como la entonces titular, Ana Pastor, el exsecretario de Estado, Rafael Catalá, y los presidentes de Renfe y Adif.

«El equipo que formamos la oficina somos personal altamente cualificado, hemos intentado ser lo mas eficiente con una sensibilidad especial para intentar llegar a ellos y ayudarles. No se puede contentar, se podría mejorar pero hemos intentado hacerlo lo mejor posible», ha reiterado Jiménez.