Muere Gerardo Fernández Albor a los cien años de edad

La Voz REDACCIÓN

GALICIA

Iago García

El político, de 100 años, fue protagonista del nacimiento del autogobierno gallego. Su funeral y entierro se celebrará mañana en el tanatorio compostelano de Boisaca. La Xunta decreta tres días de luto oficial

12 jul 2018 . Actualizado a las 13:57 h.

Gerardo Fernández Albor, primer presidente electo de la Xunta, ha fallecido esta mañana en Santiago a los cien años de edad. El Gobierno gallego ha decretado tres días de luto oficial. En una declaración institucional, Alberto Núñez Feijoo, ha subrayado que «la deuda de gratitud de esta tierra con Albor es tan grande que necesitaremos muchos años para poder comprenderla» y ha destacado asimismo que el político compostelano «ha sido el máximo exponente de uno de los fundamentos de la política gallega, 'el sentidiño'». 

Albor fue protagonista del nacimiento del autogobierno gallego y presidente de la Xunta durante más de cinco años, desde el 22 de enero de 1982 hasta el 26 de septiembre de 1987. Nacido en la capital de Galicia el 7 de septiembre de 1917 se licenció en la Universidad compostelana en Medicina, su gran vocación vital junto a la política. Vio interrumpidos sus estudios por la Guerra Civil española y al finalizar el conflicto los retomó y terminó. 

Galleguista y liberal, en contacto con importantes intelectuales como Domingo García-Sabell en los años 50 y 60, a la política llegó Gerardo Fernández Albor de manera definitiva de la mano de Manuel Fraga, convirtiéndose a partir de entonces en uno de los principales referentes políticos y humanos de la formación (primero AP y luego PP) en Galicia. De esta forma, encabezó la candidatura de AP en las primeras elecciones autonómicas celebradas en el mes de octubre de 1981. Ganó la cita electoral y se convirtió en el primer presidente de la Xunta elegido por el pueblo gallego.

Paso a paso se fueron construyendo los pilares de la autonomía en un mandato en el que Albor recordaba con orgullo el impulso de las obras del Pazo do Hórreo, de la sede del Gobierno gallego de San Caetano y de la Compañía de Radio Televisión de Galicia, recuerda Europa Press.

Después de ganar de nuevo las elecciones en 1985 y tras unos convulsos meses, Gerardo Fernández Albor fue desalojado de la Xunta por una moción de censura en 1987 que llevó a la presidencia al socialista Fernando González Laxe.

Posteriormente Albor fue eurodiputado durante una década, entre 1989 y 1999. Europeísta convencido, el político compostelano presidió la comisión de la Eurocámara para la reunificación de Alemania, que le hizo acreedor de la Cruz al Mérito de dicho país, catapultando su foto a la galería de retratos del Bundestag en un  reconocimiento internacional a su figura política. En 2007 se convirtió en el primer expresidente en pedir el ingreso en el Consello Consultivo.

Una de sus últimas apariciones públicas coincidió con su cien cumpleaños, en septiembre del año pasado. El «doctor Albor», como le gustaba que le llamasen, recibió de manos de Mariano Rajoy la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo.

En diciembre del 2016, en una entrevista en La Voz a pocos meses de convertirse en centenario, Gerardo Fernández Albor recordaba ese enero de 1982 cuando tomó posesión como jefe del Ejecutivo gallego.  «Lo recuerdo muy tranquilo porque no teníamos dinero ni posibilidades de ganar. Y ganamos. Y, con solo dos escaños más que la UCD, nos dejaron gobernar. ¡Imagínese hoy!», explicaba a diez meses de cumplir los cien años. 

«Entonces había mucha gente que solo pensaba en la política, en construir una autonomía que no existía. En nada más; no en ellos mismos, nunca», decía en esta charla. 

Gerardo Fernández Albor llegó a la política siendo un profesional -médico- de prestigio. «En la política de ahora veo mucha ignorancia. ¡Pero incluso en nuestro partido! Veo que ni saben defenderse de los contrarios», destacaba sobre la situación actual. 

El tercer presidente de la Xunta, después de Antonio Rosón y de José Quiroga, pero el primero elegido en las urnas por el pueblo gallego, celebró el pasado mes de septiembre su centenario en familia, reuniendo en casa a todos sus hijos, siete, y a gran parte de sus nietos y bisnietos, para apagar las velas. 

El funeral por el político compostelano se celebrará mañana a las once y cuarto de la mañana en el tanatorio de Boisaca en Santiago. Posteriormente tendrá lugar el entierro.