Segundo muerto por velutina en cuatro días

e. v. pita / Pedro Rodríguez VIGO / LA VOZ

GALICIA

Óscar Vázquez

«Estaba tirado y rodeado de avispas», dice la familia del porriñés de 78 años fallecido por picaduras

28 ago 2018 . Actualizado a las 13:48 h.

Un vecino de O Porriño de 78 años y otro de Viveiro de 43 murieron en apenas cuatro días por picaduras de avispas velutinas. La víctima de O Porriño desbrozaba la maleza en su finca cuando rozó un nido y los insectos lo atacaron y le inocularon el veneno. En instantes, perdió el conocimiento y falleció minutos después. Desde el 2015, se han contabilizado en Galicia un total de cuatro víctimas, la mitad este mes, por ataques de esta especie.

La última víctima murió el miércoles por la tarde en una finca en el número 32 del lugar de Carracido, en O Porriño. Se trata de Edelmiro Silva Alfonsín, de 78 años. A las 20 horas, el jubilado limpiaba la maleza cuando fue atacado por las avispas velutinas que anidaban dentro de un bloque de cemento de una pared de un galpón, el cual estaba a baja altura. Cayó desmayado mientras los insectos revoloteaban alrededor de él.

«Lo encontramos tirado 20 minutos después y estaba todo lleno de avispas en la zona, alrededor de él», dijo el yerno de la víctima. Los sanitarios del 061 nada pudieron hacer por salvarle la vida. Existen sospechas de que era alérgico al veneno. Su funeral será hoy por la tarde en Santa María do Porriño.

La finca del fallecido abarca una extensión grande y con muchos árboles frutales. Entre el muro que da a un pequeño camino asfaltado y al galpón de la casa hay un pequeño espacio donde caben dos personas. La familia cree que el fallecido estaba limpiando la zona cuando golpeó un bloque de hormigón de la pared del almacén familiar. Allí, entre los huecos vacíos, las avispas velutinas habían formado su colmena, el golpe las puso a la defensiva y atacaron enfurecidas.

El hombre, de avanzada edad, «estaba solo en ese momento», relata el yerno. Pasaron entre 15 y 20 minutos hasta que su hija y su nieto lo vieron tirado en el suelo. Aunque el nido no era muy grande, el lugar estaba lleno de avispas que atacaban a la mínima.

«Tuvimos que enfrentarnos a los insectos [para poder alejar al fallecido del enjambre], recibimos picaduras por todo el cuerpo», cuenta el nieto de la víctima. Ya a salvo de los aguijones, llamaron a Emergencias.

Según el yerno, los técnicos de la primera ambulancia que llegó a la casa intentaron reanimar al hombre sin éxito, pero no contaban con desfibrilador y tuvieron que esperar a una segunda ambulancia mejor equipada. Tampoco pudieron salvarlo. La familia confía en que la autopsia aclare si el hombre falleció a causa de las picaduras de velutina o si, por contra, sufrió un infarto generado por la ansiedad del momento.

Los bomberos de O Baixo Miño, en O Porriño, llegaron a la finca de Carracido a las 20.30 horas. Alguien los había avisado de que había una persona desmayada. Al comprobar que había fallecido, desalojaron a la familia y se equiparon con trajes especiales para eliminar el nido. Inyectaron insecticida a la colonia y luego la sellaron rellenándola con espuma de poliuretano.

En el día de ayer, la casa del fallecido estaba llena de familiares y amigos. Su nieto, con algunas marcas de picaduras visibles en su piel, cuenta que está «vigilando los pequeños agujeros del muro de la finca buscando avispas». Llevaba una raqueta de bádminton en la mano y mató a tres avispas en pocas horas. Los familiares sospechan que puede quedar otra colmena cerca, pues ayer veían muchos ejemplares.

El sábado falleció Félix González Díaz, la otra víctima mortal por picadura de avispa en Galicia. Tenía tres en el brazo. Hacía trabajos en el campo y había sufrido más ataques que no le generaron problemas. El amigo que le ayudaba en las faenas en una finca de Boimente asegura que no golpearon el nido. Su acompañante se inyectó un antídoto de abejas e hizo lo mismo con la víctima, que se sentía mal, pero no funcionó. Hay dudas sobre si le atacaron velutinas o autóctonas.

Este mismo mes, un policía local de Vigo, alérgico al veneno, acudió a urgencias tras recibir una picadura de velutina cuando identificaba un nido para su eliminación por los bomberos.

«Alarma social»

La presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, exigió ayer a la Xunta que «asuma sus competencias en materia de gestión de la problemática ocasionada por la avispa velutina», ante la «alarma social» que se ha originado por los «últimos acontecimientos» relacionados con este insecto. Acusa al Gobierno autonómico de no hacer «nada para coordinar las actuaciones relativas a la avispa», lo que, según dice, está desbordando al servicio de Protección Civil.

Antihistamínicos, corticoides y adrenalina, con receta

El doctor y alergólogo del Meixoeiro Luis Arenas habló ante los micrófonos de Radio Voz de Vigo, donde dejó las siguientes recomendaciones, y datos, sobre las picaduras de las avispas asiáticas.

Llevar un botiquín

Debe acompañar siempre a quien ha tenido una reacción general. En este se deberán llevar los siguientes medicamentos prescritos: antihistamínicos, corticoides y adrenalina autoinyectable con las dosis adecuadas. Esta última puede salvar la vida de la persona, por lo que se trata del medicamento clave.

Síntomas premonitorios

Atención a cualquier síntoma general. Tras la picadura de un insecto puede sentirse un picor irrefrenable en las palmas de las manos, en las plantas de los pies, en la zona genital o en el cuero cabelludo. Ese picor avisa de que se está poniendo en marcha una reacción muy potente. Al progresar, va seguida de la aparición de una nueva sintomatología que puede ser cutánea, con inflamación de la cara y los labios o aparición de ronchas por el cuerpo, o respiratoria, con dificultad para respirar y tragar y con cambios en la voz.

Acudir al servicio más próximo

Lo adecuado es que la persona que ha sido picada sea trasladada. Ante la aparición de los síntomas citados, se deberá llamar inmediatamente al 061 o ser trasladado al servicio de urgencias. No deberá ser la propia persona quien conduzca hasta este, dado que podría sufrir un cuadro de mareo o de hipotensión en el traslado.

Ser remitidos de forma preferente

Con síntomas generales, un paciente debe ser remitido al servicio de alergología de su área sanitaria. En ese traslado no debería haber demoras. Por muy leve que haya sido la sintomatología, este deberá ser remitido de forma preferente. No se deberá retrasar el estudio, porque el paciente deberá ser portador de un botiquín de urgencia. En el caso de una segunda picadura días después, esta podría ocasionarle una reacción potencialmente mortal. Cuando se trate de síntomas locales, esas reacciones no necesitan ser estudiadas.

Una picadura mortal

Solo los alérgicos y sensibilizados. Si una persona con estas características recibe una picadura y no se le administra la medicación de urgencia adecuada o asistencia sanitaria en un tiempo prudente, puede llegar a morir.

No hay más alérgicos

Una cuestión de probabilidad. Las características inmunológicas no han variado, las personas no son más sensibles ni ahora hay más alérgicos (3 % de la población gallega). Pero a mayor número de insectos, mayor probabilidad de picaduras, y a mayor probabilidad de estas, mayor número de picaduras graves.

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