La explosión de la olla en Melide arrancó los hornillos de la cocina y los proyectó contra la víctima

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Gladys Vázquez / Álex López-Benito

La cacerola explotó al obturarse la válvula de presión

19 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La fuerza de la explosión de la olla exprés que el pasado lunes acabo con la vida de una mujer en Melide fue de tal calibre que no solo lanzó la tapa de la pota a una velocidad enorme, sino que incluso levantó los hornillos de hierro de la cocina de gas y los proyectó contra la víctima. Toda esa masa metálica causó en María Teresa Buján Lorenzo, de 66 años de edad, heridas de tal gravedad en la parte superior de su cuerpo que le causaron la muerte casi en el acto.

La mujer, vecina de A Coruña pero que pasaba temporadas en la que fue la casa de sus padres, situada en el lugar de Guillar, en la parroquia melidense de San Salvador de Abeancos, estaba en ese momento sola en la vivienda. Su marido se encontraba en el exterior, por lo que no hay testigos de la secuencia exacta de hechos que provocaron el accidente. Dos cosas sí parecen claras: la olla explotó al obturarse la válvula de presión y, a tenor de la gravedad de las heridas, la mujer estaba muy cerca de la pota cuando la acumulación de vapor en su interior la hizo reventar.

Un modelo antiguo

El modelo de la olla no era de los más modernos, que incluyen más medidas de seguridad, aunque todo indica que, ya fuese por pura mala suerte o porque la olla estuviese demasiado llena, algún residuo del guiso de garbanzos que cocinaba la fallecida taponó la válvula por la que sale el vapor.

La investigación que ha abierto la Guardia Civil apunta a dos posibles escenarios. O bien el estallido se produjo cuando María Teresa Buján manipulaba la olla a presión para abrirla o pudo ser que se hubiese percatado de que algo iba mal, que no se estaba evacuando correctamente el vapor, y se acercase a comprobar qué sucedía en el mismo momento de la explosión, de ahí que estuviese tan cerca de la pota y que, por ello, sus heridas fuesen de tal magnitud. De haber estado en otra habitación de la casa muy probablemente ni tan siquiera habría resultado herida, dado que la vivienda no sufrió daños estructurales y la única estancia afectada, especialmente en el techo, fue la cocina.

El accidente se produjo a mediodía. El marido de la víctima pensó que la explosión provenía de unas casas cercanas a la suya, por lo que no esperaba encontrarse a su mujer muerta en la cocina. Eran las 12.16 horas cuando llamó al 112 Galicia, y en ese momento ni tan siquiera fue capaz de explicar lo acontecido. Pensó que había habido una explosión de gas, posibilidad que posteriormente descartaron los especialistas del cuerpo de bomberos de Arzúa, que emplearon un explosímetro analizador de gases.

El funeral tendrá lugar hoy a las 12.05 horas en la iglesia parroquial de Melide. Una vez terminada la ceremonia religiosa, el cuerpo de María Teresa Buján será trasladado al cementerio de San Salvador de Abeancos, donde recibirá sepultura.