Cada vez más accidentes mortales en autopistas y autovías

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Un camionero murió el lunes en la A-6 en una colisión por alcance, uno de los accidentes más frecuentes en autopistas y autovías
Un camionero murió el lunes en la A-6 en una colisión por alcance, uno de los accidentes más frecuentes en autopistas y autovías ÁNGEL MANSO

En Galicia se disparan las colisiones por alcance y los atropellos a ocupantes de coches parados en el arcén

14 mar 2019 . Actualizado a las 19:45 h.

«La conducción en autovías y autopistas requiere sobre todo anticipación. Cuanto más lejos miramos, mejor, porque podremos tomar las decisiones a tiempo». Álvaro Louro, experto en seguridad vial y especialista en investigación de accidentes de tráfico, explica que la conducción en autovía es mucho más segura que en las carreteras convencionales porque disponen de infraestructura y de medidas de seguridad más adecuadas para circular a velocidades elevadas y para evitar colisiones, en especial las frontales, prácticamente imposibles salvo los episodios de conducción en sentido contrario. Louro señala que en ese tipo de vías desdobladas es más decisivo el factor humano.

Pese a esa mayor seguridad, lo cierto es que en las autovías y autopistas han aumentado los accidentes mortales. En el 2018, en el conjunto de España hubo respecto al 2017 un descenso del 4,5 % en el número de muertos en carreteras convencionales (de 918 a 877), mientras que hubo un repunte de víctimas mortales en autopistas y autovías (de 280 a 303). Ese aumento también se vio reflejado en los datos de Galicia, donde el año pasado perdieron la vida 12 personas frente a los 8 fallecidos en las vías de alta capacidad de la comunidad.

«En autovías y autopistas hay que mirar lo más lejos posible para poder anticiparse a cualquier imprevisto», advierte el especialista, que destaca que en las carreteras de altas prestaciones hay que tener muy en cuenta una serie de requisitos a la hora de conducir. Debido a la velocidad a la que se circula por ellas, en autovías y autopistas hay situaciones de máximo riesgo evitables con medidas básicas de seguridad.

la colisión por alcance

Máximo riesgo. El accidente por alcance es el más frecuente en autovías y autopistas. Se produce cuando el conductor de un vehículo se percata demasiado tarde de que otro que le precede circula a menos velocidad y choca contra su parte trasera. Sucedió anteayer en la A-6, a su paso por Coirós, donde un camión se estrelló contra otro camión que circulaba más despacio en un tramo de subida. El chófer del primer vehículo murió en el acto.

más velocidad

«No nos damos cuenta». Una de las características de las autovías y las autopistas es la monotonía, que puede llevar a una peligrosa relajación y a una falta de atención y, por lo tanto, a un aumento del tiempo de reacción ante una situación inesperada. «No nos damos cuenta de que a 120 kilómetros por hora estamos avanzando a 33 metros por segundo, y eso es una barbaridad si nos encontramos a otro vehículo a menos velocidad».

distancia para frenar

En seco y en mojado. Con calzada seca y neumáticos en buenas condiciones, a 120 necesitaremos unos 90 metros para frenar un coche. Si el suelo está mojado, esa distancia aumenta a casi 150 metros. «La gente no es consciente de que se necesita ese espacio para detener un coche. En autovías y autopistas hay vehículos pesados que van muy pegados unos a otros, con lo que les es imposible reaccionar ante un imprevisto», alerta Louro.

hacerse ver

Chalecos y luces. Parar en una autovía o autopista es una situación de máximo riesgo. Es necesario hacerse ver cuanto antes, con chalecos reflectantes o con luces que alerten de la situación de un vehículo parado, para evitar colisiones.

«El accidente de Coirós fue en subida. Es difícil de explicar» 

Tamara Rivas

La zona de la autovía A-6 en la que el lunes perdió la vida el conductor de un camión no es un tramo que registre un elevado número de accidentes, ni está considerado como especialmente conflictivo, de ahí que las autoridades no se expliquen todavía qué sucedió para que el siniestro tuviese un fatal desenlace. El kilómetro 561 en el que se produjo el accidente entre los dos vehículos articulados es una zona en subida a la altura de Coirós. «Es una cuesta pronunciada. Los camiones no alcanzan velocidades altas en ese punto, así que no sabemos qué pudo pasar para que uno golpease por detrás al otro. Es un accidente muy difícil de explicar», señalan desde el parque de bomberos de Betanzos. Los bomberos se desplazaron hasta el lugar del accidente para excarcelar el cuerpo sin vida del conductor y único ocupante del vehículo que circulaba detrás, un vecino de Lugo de 62 años que quedó atrapado en la cabina. A pesar de que lo consideran un «caso aislado», el lugar del accidente se encuentra a poco más de cuatro kilómetros del punto en el que hubo un choque en cadena en el 2005, con resultado de tres muertos. Pero en esa ocasión, la niebla fue la causa del siniestro, en el que se vieron involucrados hasta 34 vehículos.

Desde el Concello de Coirós tampoco saben qué pudo pasar. «En la autovía no hay muchos accidentes, nuestros problemas de tráfico son siempre en la N-VI», explica el alcalde del municipio, Francisco Quintela. A las 10.45 horas, cuando se registró el choque de los camiones, no había bancos de niebla ni placas de hielo en la calzada. No se descarta la posibilidad de que el conductor del camión que circulaba detrás se viese deslumbrado por el sol, todavía bajo a esas horas, o que sufriese alguna distracción. El equipo de Atestados e Informes de la Guardia Civil de Tráfico continúa investigando el siniestro.