«Si hay más opio, hay más mercado y más consumo, no falla»

j.r. VIGO | LA VOZ

GALICIA

Álvaro Vaquero

Manuel Isorna, profesor de la Universidad de Vigo y Psicólogo del concello de Catoira, dice que desde la salida de los cascos azules de Afganistán el cultivo de opio subió un 65 %

20 may 2019 . Actualizado a las 15:55 h.

La experiencia académica (doctor en Psicología, máster en Drogodependencias por la Universidad de Santiago de Compostela y profesor asociado de la Universidad de Vigo), junto a su trayectoria profesional (psicólogo y responsable de prevención del Concello de Catoira y organizador del congreso internacional de cannabis en el mismo ayuntamiento), hacen de Manuel Isorna una voz más que autorizada para hablar del rebrote de la heroína en Galicia: «Compañeros, en Madrid y Barcelona, lo dicen hace tiempo. Incluso esta semana, en Madrid, en un curso de peritaje en los juzgados de plaza Castilla, donde están los gabinetes que realizan las evaluaciones de dependencia, me decían que aumentó una barbaridad». El otro gran problema, para al menos intentar evitar otra pandemia de heroína, está en el paso lento de la Administración central. El Plan Nacional sobre Drogas sigue manteniendo las cifras oficiales sin actualizar, con un porcentaje de consumo que no se ajusta al actual: «Está por debajo del 1 %, así que aquí algo falla si los centros de tratamiento, al menos en confianza, te dicen que aumenta. Si hablas en con los profesionales de los juzgados, a los que llegan los detenidos y hacen las pruebas que dan positivo, y el Plan Nacional dice que está por debajo del 1 %, pues habría que saber de dónde salen los resultados».

El análisis de Isorna, también miembro del patronato de la Fundación Galega contra o Narcotráfico, se cimienta en la geopolítica: «La Organización Mundial de la Salud reconoce que, desde la salida de los cascos azules de Afganistán, el cultivo de opio subió un 65 %. Sabíamos también que los señores de la guerra volvían al poder, y para ese poder necesitan armas. Sabíamos también que la armas se compran con la venta de opio. En conclusión, si hay más opio, hay más mercado y más consumidores. No falla. El resto es puro negocio, y ahí Galicia, tristemente, lo tiene todo para revivir el pasado».