La Xunta anima a los dueños de casas en ruinas a agotar las ayudas públicas

Juan María Capeáns Garrido
JUAN CAPEÁNS SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

MIGUEL VILLAR

Dispone de 33 millones para evitar las expropiaciones que la ley permite desde hoy

23 may 2019 . Actualizado a las 19:48 h.

En la Xunta preocupan a día de hoy al menos un par de cosas: que los gallegos que tienen propiedades en ruinas se piensen que de la noche a la mañana se van a quedar sin ellas; o que se instalen en el otro extremo y se crean que con la Lei de Rehabilitación que ya está en vigor será más de lo mismo y que cualquier decisión sobre un inmueble que necesita reformarse se puede dilatar hasta la eternidad. Ni una cosa ni otra son ciertas, pero la verdad anda más cerca del primera idea que de la segunda.

Con el texto legal en vigor, la Xunta, a través de los concellos, puede iniciar los informes para resolver una propiedad en ruinas, y tras dos notificaciones podrá activar «en meses» el expediente de expropiación, por el cual la Administración se reserva la posibilidad de hacerse con la titularidad del inmueble pagando su valor -probablemente testimonial por tratarse de una ruina- y abonando la mitad del valor catastral del suelo. Será la decisión más extrema que el Gobierno quiere evitar, pero también pretende advertir a los propietarios de que se acabó la especulación eterna a la espera de una venta propicia. Hay que reformar, o al menos adecentar los inmuebles y garantizar la seguridad del edificio y las personas.

La primera vía que propondrá la Xunta será la del acuerdo, pero no es necesario esperar a que llegue la notificación. La nueva ley llega acompañada por la creación de las áreas Rexurbe, espacios urbanos especialmente degradados en los que, de primeras, se va a poner la lupa. Estas zonas van a contar con un plan de dinamización, con un programa plurianual que integra las actuaciones de rehabilitación y medidas sociales, ambientales y económicas. El problema es que esta opción no estará disponible hasta que se vayan constituyendo estas figuras urbanísticas, decisión que quedará en manos del Instituto Galego da Vivenda e Solo.

La consellería liderada por Ánxeles Vázquez advierte que las familias que acrediten dificultades económicas o personales para asumir los arreglos quedarán exentas del canon que se activará a partir de enero del 2020, que además irá creciendo un 10 % cada año en el que la ruina siga en el mismo estado. Sin embargo, anima a los gallegos que sí tienen posibilidades a explorar las múltiples ayudas a la rehabilitación que se han activado en los últimos años, desde que la Xunta se puso como objetivo la recuperación de espacios urbanos antes que la ampliación de la huella edificatoria. Algunas son aportaciones directas y otras financian aspectos más o menos concretos de la construcción, pero todas pueden ayudar en una dinámica que no será sencilla. En total, el departamento de Vivenda maneja partidas plurianuales por 33 millones de euros que no siempre se ejecutan, o bien por desconocimiento de los posibles usuarios o por la escasa adecuación de los requisitos.

Para comprar casa, rehabilitar o cambiar las ventanas

La Xunta tiene activos en estos momentos 14 programas de vivienda respaldados con 33 millones de euros. Las aportaciones pueden gestionarse de manera directa, a través de las comunidades de vecinos o los ayuntamientos.

ADQUISICIÓN

Para jóvenes. Los menores de 35 años pueden recibir hasta 12.800 euros para adquirir una vivienda en un casco histórico. La dotación para el 2019 es de 800.000 euros, lo que permitirá conceder unas 65 ayudas.

Préstamos

Para rehabilitar. La Xunta tiene un convenio con Abanca, Caixabank, Caixa Rural y Banco Sabadell para activar préstamos de rehabilitación por 30.000 euros (personales) o 60.000 (hipotecarios). El respaldo público llega a cubrir el 100 % de los intereses durante 48 meses en función de los ingresos de los solicitantes. La convocatoria tiene un fondo de 204.000 euros.

EFiciencia energética

Para casas o edificios. Financiación para obras de mejora de la eficiencia energética, ya sea en viviendas particulares o en edificios residenciales colectivos. En las unifamiliares la ayuda puede alcanzar hasta el 40 % de la inversión, hasta 12.000 euros. La cuantía puede crecer un 25 % si el destinatario tiene menos de 35 años y vive en un concello de menos de 5.000 habitantes. Las viviendas de promoción pública construidas por el IGVS suelen tener su propia línea de ayudas, aunque este año no están convocadas.

ACCESIBILIDAD y SEGURIDAD

Mejoras de conservación. Destinado a mejorar la accesibilidad y la conservación de edificios finalizados antes de 1996, con ayudas que cubren el 40 %, desde 3.000 y hasta 17.000 euros, si en la vivienda vive una persona con discapacidad.

Infravivienda

Para concellos pequeños. La rehabilitación de viviendas en concellos de menos de 10.000 habitantes también cubre los casos en los que se debe alcanzar un mínimo de habitabilidad en propiedades de particulares o municipales. Alcanzan el 95 % de la inversión, hasta 15.000 euros por vivienda.

Áreas de rehabilitación

Las ARI. Las viviendas situadas en las llamadas Áreas de Rehabilitación Integral tienen ayudas específicas. Cada vivienda rehabilitada puede recibir hasta 12.000 euros, y alcanzar también a los locales comerciales. La subvención crece hasta los 30.000 euros si permite demoler o sustituir infraviviendas.

Los Caminos de Santiago. Dentro de las ARI, tiene especial impacto las ayudas para mejorar elementos específicos de viviendas situadas en parroquias por las que pasa el Camino o las que están en las Illas Atlánticas.

RECAMBIOS

Ascensores y ventanas. La Consellería de Industria activa periódicamente ayudas de eficiencia energética para promover los cambios de ventanas o ascensores. Las suelen gestionar los propios proveedores.