Los concellos con conjuntos históricos o bienes de interés cultural serán prioritarios

Juan Capeáns

Con la Lei de Rehabilitación recién nacida y con un solo día en vigor todavía es pronto para detallar dónde y cómo va a actuar la Xunta para acabar con las viviendas en ruinas, pero sí existen algunas prioridades que permiten intuir que el foco se pondrá, de salida, en las 26 áreas identificadas en Galicia como conjuntos históricos y con declaraciones de bien de interés cultural. Y tampoco hay de momento una agenda ni localizaciones exactas, entre otras cosas porque antes de cualquier intervención será necesario que haya una solicitud formal de los Concellos, responsables del urbanismo.

Las futuras áreas de Rexeneración Urbana de Interese Autonómico, que se denominarán Rexurbe, se beneficiarán de un plan de dinamización que se va a coordinar con una oficina específica que articulará medidas sociales, urbanísticas y ambientales y gestionará las ayudas económicas. Es en estas zonas, que pueden estar dentro de conjuntos históricos o lindar con ellos, donde se vigilará con especial intensidad el estado de los inmuebles, aunque el Gobierno gallego se reserva la posibilidad de declarar excepcionalmente áreas especialmente degradadas en cualquier ámbito. 

Más al detalle y dentro de un área Rexurbe, será el Instituto Galego da Vivenda e Solo el que tendrá la potestad de señalar determinados edificios que por su estado de deterioro necesiten una intervención urgente, bien porque son claves en la recuperación de un espacio o porque impiden facilitar la recuperación de dotaciones o equipamientos de especial relevancia. Esos lugares llevarán implícita la declaración de utilidad pública y de interés social, y tendrán una denominación ZER, zona de especial necesidade de rehabilitación.

Los dueños de una casa en la Carretera de Tanxil, en Rianxo, se han puesto manos a la obra para acondicionarla tras el requerimiento del concello
Los dueños de una casa en la Carretera de Tanxil, en Rianxo, se han puesto manos a la obra para acondicionarla tras el requerimiento del concello

Aunque la lupa está sobre los municipios con cascos históricos y, por tanto, con cierto nivel de urbanización, la nueva ley también atenderá los núcleos rurales en estado de abandono. Algunos de los requisitos que motivarán la intervención pública es que las viviendas en ruinas estén junto a un espacio público, o que todas o la gran mayoría de las viviendas estén desocupadas.

Para ejecutar estas actuaciones integrales de rehabilitación, la Xunta quiere lanzar procedimientos públicos de venta con el acuerdo de los propietarios, y los concellos también podrán crear registros municipales de núcleos rurales en estado de abandono de inscripción voluntaria, que se pondrán en el mercado también en venta pública.

Las empresas inmobiliarias aprecian los avances de la nueva Lei, pero tienen dudas sobre las expropiaciones

La entrada en vigor de la Lei de rehabilitación ha generado las primeras reacciones del sector de las empresas inmobiliarias, que aprecian algunos avances relativos a la reducción de la burocracia para reformar una propiedad pero que todavía ven lagunas en la parte más delicada y extrema del texto legal, las expropiaciones.

El presidente de la Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias, Benito Iglesias, cree que la rehabilitación fue una disciplina determinante para el sector durante la crisis, cuando la construcción se frenó en seco, pero aquella etapa dejó una lección contundente: «Hacen falta normativas claras, agrupadas y simplificadas, y reducir la burocracia, un problema que laminó las expectativas de muchos gallegos que querían acceder a una vivienda rehabilitada», comenta el referente de Fegain.

La nueva normativa atiende parcialmente la demanda de los agentes inmobiliarios, porque desde esta semana la Dirección Xeral de Patrimonio dejará de ser un filtro en miles de trámites anuales que ahora pasaban por sus dependencias. Allí donde la reforma afecte a bienes catalogados o de interés cultural sí seguirá siendo necesario su visto bueno. «Hemos sufrido durante años la demora de las licencias», y esa seguirá siendo una competencia de los ayuntamientos. «Esa lucha contra la burocracia siempre la pierden los ciudadanos», advierte.

Intervencionismo

Con carácter general, las empresas dedicadas a la compraventa de inmuebles ven como una oportunidad la puesta en valor de viviendas en los núcleos históricos, pero también les preocupa un excesivo intervencionismo público en el mercado libre, que rechazan. De hecho, esperan que la Consellería de Medio Ambiente, responsable de la política de Vivenda, haga pedagogía entre los propietarios para explicar cómo se van a gestionar las ayudas y también los procesos expropiatorios, y que se conozca con precisión qué índices se tomarán como referencia para el pago de las propiedades.

La conselleira Ánxeles Vázquez está buscando en las últimas semanas el respaldo de distintos colectivos para divulgar las diferentes líneas de ayudas en materia de rehabilitación que la Xunta pone a disposición de los gallegos. Para el 2019, Medio Ambiente maneja una docena de subvenciones para activar las reformas, con una dotación total de más de treinta millones de euros, que es la mitad del presupuesto que se destina a vivienda.