La USC abre dos expedientes por novatadas e investiga un tercero

Tamara Montero
Tamara Montero SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Novatadas en Santiago, en una imagen de archivo
Novatadas en Santiago, en una imagen de archivo Álvaro Ballesteros

En uno de los casos, las actividades de convivencia de inicio de curso acabaron degenerando en actitudes vejatorias; los responsables se enfrentan a una posible expulsión

14 sep 2019 . Actualizado a las 18:00 h.

A pesar de que hubo una reunión previa antes del inicio del curso en la que se dejó meridianamente claro que había una política de tolerancia cero con las novatadas, la Universidade de Santiago ha tenido que abrir dos expedientes por novatadas e investiga los indicios de un tercero en dos centros distintos. La institución ha empezado a actuar de oficio si reciben alguna incidencia que pueda ser constitutiva de novatadas, para las que hay tolerancia cero. De este modo, las víctimas no tienen que denunciar lo que ha ocurrido para que se tomen medidas contra los responsables. 

Según explican fuentes cercanas a la investigación, en uno de los casos que investiga la institución las actividades de convivencia normales que se suelen hacer al inicio del curso funcionaron perfectamente los dos primeros días, pero el tercero acabaron degenerando en actitudes vejatorias, que es lo que ahora está investigando la institución académica.

En el mismo momento en el que la Universidade tuvo conocimiento de lo que había ocurrido, se activó una investigación interna para conocer quiénes han sido los responsables, que se enfrentan incluso a la expulsión. El vicerrector de Estudantes, Víctor Arce, lamenta que todavía haya estudiantes que no entienden bien qué es una novatada y que quiten importancia a cosas como tirar huevos u obligar a la gente a bañarse en agua helada. Una novatada no es solo aquello que produce daño físico, sino que es lo que ocurre en «unha estrutura de relación entre persoas que non é aceptable». Por eso, la USC también trabaja en el ámbito de la prevención de este tipo de actitudes y las direcciones de los centros explican que no se tolerará ninguna práctica de este tipo.

Hace dos años, ocho jóvenes fueron expulsados temporalmente por hacer novatadas a los nuevos residentes de su colegio mayor y en el inicio del curso 2011-2012 otros dos estudiantes acabaron en el hospital con heridas graves en lo ojos porque durante una batalla entre colegiales alguien lanzó detergente industrial que tenía sosa caústica en su composición.

«Es una violencia muy normalizada y trivializada»

«Un caso, que se sepa», responde la presidenta de la asociación No más Novatadas, Loreto G. Dopeso, cuando se le pregunta qué le parece el caso de Compostela. Porque las novatadas son todavía «una violencia muy normalizada y trivializada» que permanece oculta, aunque «el curso también ha comenzado con la sensación de que vamos avanzando en sensibilización». De hecho, las universidades de Castilla y León han lanzado este año una campaña conjunta contra las novatadas y la de Extremadura también se ha implicado, entre otras.

«Lo importante es que se haga visible y se considere un problema», explica la presidenta de No Más Novatadas. Porque todavía ocurre hoy que «donde dicen que no las hay, las hay», como en los centros públicos. Y aunque se ha avanzado en la sensibilización, las reacciones más duras solo llegan con casos como el que ha trascendido en Madrid, en el que ha habido expulsiones por una bofetada a una residente del colegio mayor de Diego de Covarrubias.

La asociación No Más Novatadas ha mantenido encuentros con el vicerrector de Estudiantes de la USC, Víctor Arce, que se ha mostrado «muy receptivo» a sus reivindicaciones y también se han reunido con el Colexio Oficial de Psicoloxía de Galicia y con la Facultade de Psicoloxía para avanzar en la posibilidad de colaboraciones. La entidad también propuso crear un sello de calidad para aquellos colegios mayores que combatan las novatadas.