Seis años del asesinato de Asunta: solo los cacos visitan el chalé de Teo

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Xoán A. Soler

La casa en la que Rosario Porto y Alfonso Basterra mataron a Asunta recibió varias visitas de los ladrones

21 sep 2019 . Actualizado a las 18:12 h.

El chalé de Rosario Porto, en Xesteiras-Montouto (Teo), está ubicado en un lugar idílico, rodeado de vegetación, con piscina y pista de tenis, y a poco más de veinte minutos de Santiago, pero el terrible suceso vivido en su interior lo convierte en un inmueble maldito para el mercado inmobiliario. Se trata del escenario del asesinato de Asunta a manos de sus padres Rosario Porto y Alfonso Basterra. ¿Quién puede interesarse por ese chalé? En la aldea, sus vecinos lo tienen claro «nadie quiere esa casa, y menos con lo mal que está ahora». La primera vez que se puso a la venta se pidió por la vivienda y los 5.000 metros cuadrados que la rodean 900.000 euros. Un precio que fue bajando, y que ahora ronda los 400.000 euros. El valor catastral de la casa y las fincas rústicas ligadas a esta edificación es de algo más de 100.000 euros. Hace unos años, cuando aún la maleza no impedía ver la vivienda desde la carretera local, se interesaron por ella unos ciudadanos asiáticos, pero la venta no cuajó. Los vecinos no vieron a nadie más. «Solo los periodistas vienen cada año», deja caer una mujer que se arriba a la conversación.

Un vecino de Xesteiras, que recuerda con cariño a los padres de Rosario Porto, dice que llamó una vez a la Guardia Civil al escuchar la alarma y ver luz en el interior de la casa. En una ocasión anterior, se percataron en la aldea de que habían accedido al chalé por la puerta situada en la parte trasera. Eran los cacos. Eso sí, en la aldea creen que no queda nada de valor. La piscina acumula basura y en la pista de tenis crecieron hierbajos. Algunos bromean con el hecho de que «nin os okupas queren vivir alí».

El lugar donde apareció el cuerpo de Asunta estaba ayer rodeado de flores
El lugar donde apareció el cuerpo de Asunta estaba ayer rodeado de flores XOAN A. SOLER

De todo su patrimonio inmobiliario, Rosario Porto logró vender, no hace mucho, el piso de Montero Ríos, en Santiago, donde estuvo la sede del consulado de Francia durante el período en el que la madre de Asunta ostentó el cargo de cónsul, y también se utilizó como despacho de abogados durante algún tiempo. Esta es la única propiedad que le ha reportado ingresos en metálico para hacer frente a los gastos ordinarios e impuestos que generan las propiedades heredadas de sus padres. El resto de los bienes, dos pisos en Santiago y otras propiedades en Vilanova de Arousa, siguen hasta hoy a nombre de Rosario Porto Ortega en el registro del catastro, y también disponibles para la venta.

El quinto piso del número 7 de la rúa Xeneral Pardiñas, donde residieron hasta su fallecimiento los abuelos de Asunta, es la propiedad que supuestamente Rosario Porto estaba acondicionando con la intención de trasladarse a vivir allí con su hija. Este inmueble de 190 metros cuadrados está situado en una de las calles más comerciales y con los precios de venta y alquiler más altos de Santiago. En este edificio se localiza el aparcamiento donde se guardaba el coche de Rosario Porto, que fue utilizado para llevar a Asunta hasta Montouto. Su valor catastral, revisado este año, es de 207.147 euros, pero su precio de mercado está muy por encima de esta cantidad, y puede rondar los 500.000 euros.

El tercer piso del número 31 de Doutor Teixeiro también sigue vacío. Este inmueble de 174 metros cuadrados era el hogar de madre e hija hasta el crimen. Se trata de un piso de 174 metros cuadrados, con un valor catastral de 181.602 euros, y un precio de mercado que ronda los 350.000 euros.

Basterra, un preso ejemplar

a. mahía

Alfonso Basterra es como esos presos que salen en las películas carcelarias que recorren los módulos con un carrito entregando lectura al resto de los reclusos. Es uno de los que se ocupa de la biblioteca del centro penitenciario. Además, no es de ese tipo de gente que entrega los libros sin más. Lo hace «con mucha educación, incluso aconsejando a sus compañeros de prisión qué libros han de leer y cuáles no», desvelan fuentes de Teixeiro, donde cumple una condena de 18 años por asesinar a su hija.

Alfonso Basterra es un gran lector y la mayor parte de los libros que reparte los conoce y siempre tiene algún comentario que hacer sobre ellos cuando se los entrega a los otros reclusos.

«Es un preso ejemplar. No tiene ni un parte disciplinario y el trato con los funcionarios no puede ser mejor. Siempre con una educación exquisita, pidiendo permiso para todo», cuentan funcionarios de Teixeiro.

Basterra, tras seis años encerrado, se ha hecho a la cárcel. Su adaptación ha sido muy buena, pese a que al principio lo pasó mal, pues fueron muchos los reclusos que lo insultaban. Incluso uno llegó a pegarle un puñetazo sin mediar palabra cuando se lo cruzó en el módulo. Ni siquiera quiso poner denuncia. Lo dejó pasar y, poco a poco, fue ganando en tranquilidad. En el módulo de destinos, donde se encuentran los presos que mejor se comportan y realizan trabajos en el centro penitenciario.

Rosario Porto, en A Lama

En A Lama, Rosario Porto tiene una actitud normal, se relaciona con buen trato y parece perfectamente adaptada a la rutina diaria de la prisión, informa Javier Romero. Antes de llegar al penal pontevedrés, Rosario Porto estuvo presa en la cárcel coruñesa de Teixeiro.