Un proyecto tecnológico en el que participa la Xunta impulsa el control automatizado del tráfico aéreo
22 ene 2020 . Actualizado a las 18:56 h.«Las proyecciones nos indican que habrá cientos de drones sobrevolando las ciudades gallegas en los próximos diez o quince años». Lo tiene claro Analía López Fidalgo, directora de Sensórica y Comunicaciones del Instituto Tecnológico de Galicia (ITG), que explica que el «gran reto es lograr la coexistencia de muchos drones en un entorno urbano». Su empresa se ha aliado con Everis Aeroespacial, Defensa y Seguridad para crear Airus, una plataforma de investigación que fue presentada ayer en A Coruña y que pretende impulsar el control aéreo de drones. Airus, concebida como una unidad mixta de investigación, pretende ofrecer las soluciones tecnológicas necesarias para dar respuesta a la demanda de servicios altamente automatizados alineados con U-Space, el proyecto europeo que ofrece servicios y procedimientos para dar seguridad y eficiencia en el acceso de drones al espacio aéreo.
«Que vuele un dron no representa un problema, el reto en el que estamos trabajando es hacer que vuelen muchos drones, que estén identificados y que se haga un seguimiento automatizado de sus movimientos. Ese es el futuro», añade la especialista, que dice que en España las perspectivas son muy optimistas ya que se estima que en el 2035 habrá 51.400 drones de uso profesional, con un volumen de negocio de 1.220 millones de euros, y se generarán 11.000 nuevos empleos.
Galicia, líder en el sector
Juan Bosco, vicepresidente ejecutivo de Everis y responsable de la División de Aeronáutica, cree que Airus permitirá un posicionamiento tecnológico privilegiado en el control del tráfico de sistemas aéreos no tripulados. Y destaca el papel de Galicia, «uno de los líderes del sector, precisamente por la apuesta estratégica de la Xunta», que impulsa estas iniciativas desde la Consellería de Economía e Industria.
«Hay mucho paralelismo con la aviación tripulada», asegura Bosco. «Estamos reutilizando un conocimiento aeronáutico de muchos años. Los drones de gran tamaño los tendremos que seguir operando desde aeropuertos, pero hay otro tipo de drones que podrán aterrizar en helipuertos, en las ciudades, en rascacielos, en el suelo. Vamos a tener todo tipo de operaciones», añade el vicepresidente de Everis, que ve cercana la imagen que ofrecen las multinacionales americanas, como el caso de Amazon: «Tecnológicamente podríamos estar repartiendo paquetería por las ciudades. Todo eso se puede hacer ya con drones. Pero el reto no es que un dron reparta el paquete de forma segura, sino que haya más drones repartiendo y no choquen entre ellos. Ese es el objetivo tanto desde el punto de vista tecnológico como el de la regulación».
El aspecto de la regulación es clave para dar seguridad y eficiencia al sector, afirman los expertos, que creen que las ciudades tendrán una aportación clave, ya que serán las que tendrán que gestionar el control de su espacio aéreo para este tipo de aeronaves.
«Galicia es una referencia en Europa en el ámbito de los aviones no tripulados», destaca Patricia Argerey, directora de la Axencia Galega de Innovación. Subraya la contribución de este proyecto al sector aeroespacial en el ámbito de la gestión del tráfico de sistemas no tripulados, «que viene a reforzar la iniciativa de la Xunta para desarrollar un polo aeroespacial en Galicia, que movilizará 164 millones de euros de inversión público-privada y en la que trabajan 400 personas en más de 35 proyectos, y que se verá reforzada en el 2020 con una inversión de 15,5 millones de euros».
El director general del ITG, Carlos Calvo, apuntó que Airus es una pieza clave en la estrategia de posicionamiento competitivo de su entidad. Recordó que la propuesta gallega fue la más valorada de las presentadas por los centros tecnológicos de España.