La crisis sanitaria obliga a paralizar dos contratos clave del AVE a Galicia

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Obras del AVE en la ciudad de Ourense
Obras del AVE en la ciudad de Ourense MIGUEL VILLAR

Son los últimos 13 kilómetros antes de Ourense y buena parte del despliegue de vía en placa en los túneles

25 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La crisis del COVID-19 no se había cebado hasta el momento con la mayoría de las obras públicas, especialmente con las consideradas estratégicas como el AVE a Galicia. La situación cambió radicalmente ayer, cuando las adjudicatarias del tramo de 13 kilómetros que se está adaptando a la alta velocidad entre Taboadela y Ourense comunicaron al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) que no pueden seguir con los trabajos. Este trazado es de gran importancia en el conjunto de la obra, pues una alternativa provisional para que los AVE puedan llegar a Ourense, mientras no se construye la variante ferroviaria exterior, cuyos proyectos aún tienen que ser aprobados. Copasa y Cosfesa, las dos empresas ourensanas que estaban llevando a cabo esta obra, comunicaron a la dirección de los trabajos que se ven obligados a paralizarlos «por circunstancias especiales relacionadas con el COVID-19».

Pero el goteo de paralizaciones no se quedó ahí. Ferrovial, adjudicataria del despliegue de la vía en placa en los túneles y viaductos del tramo Pedralba-Campobecerros, también comunicó al ADIF que no podía continuar con los trabajos, que se desarrollan en su mayor parte en subterráneos y con cuadrillas de operarios trabajando muy cerca unos de otros, pues se trata de hormigonar el lecho donde se fijará el carril y en el acabado final es tan importante la mano de obra de los operarios como el trabajo de las máquinas.

Respecto al tramo que circula por el área urbana y periurbana de Ourense, estaba siendo adaptado a las características de la alta velocidad mediante la construcción de un tercer hilo que permita el paso de trenes AVE de ancho internacional y, por supuesto, la de los convoyes de ancho ibérico que circulan en la actualidad. Pero también se estaban mejorando los gálibos de los túneles para que puedan ser electrificados, entre otras obras para adaptar este tramo que en parte de su recorrido circula por el corazón de la capital ourensana. Las obras se llevan a cabo mientras se mantiene la circulación habitual de trenes, y provocó dos grandes cortes del tráfico ferroviario para poder avanzar en ellas, el último de ellos de 24 días. De ahí que este tramo sea muy sensible en el contexto global de las obras del AVE.

Esta situación es muy posible que se repita en los próximos días en otros tajos, ante la posibilidad de que se produzca algún contagio, por falta de suministros o por factores relacionados con la logística y el traslado de los operarios. Pero también es posible que se revierta la situación con algunas de las medidas que se aprobaron ayer en la reunión entre el ministro de Transportes, José Luis Ábalos y los consejeros del ramo de las comunidades autónomas, como la posibilidad de abrir establecimientos de hostelería para alojar y dar de comer a los obreros, uno de los problemas a los que se enfrentaban las adjudicatarias.

Ahora el ADIF tiene cinco días para decidir si acepta o no la suspensión de los trabajos en estos dos contratos. Para ello analizará si el parón planteado por las adjudicatarias se atiene a los supuestos que se plantean en el real decreto de medidas urgentes extraordinarias para hacer frente al impacto económico y social del COVID-19, y que prevén indemnizaciones para cubrir los daños y perjuicios que suponen estos parones para las adjudicatarias.

Tras la polémica por los nuevos plazos del AVE, habrá que ver si el ADIF es capaz de mantener ahora su nueva fecha para la puesta en servicio: junio del 2021.

 El nuevo plazo de junio del 2021 podría estar en riesgo con estos parones

El Gobierno permitirá servicios de hostelería para transportistas y obras públicas

El ministro de Transportes, José Luis Ábalos, asumió ayer buena parte de las peticiones de los consejeros del ramo de las comunidades autónomas, entre ellos la gallega Ethel Vázquez, y anunció que se aprobará una orden ministerial, junto con el Ministerio de Industria, sobre establecimientos hoteleros, que permitirá el alojamiento en ellos a trabajadores que realicen trabajos esenciales como las fuerzas y cuerpos de seguridad, personas que trabajan en el mantenimiento de infraestructuras y su construcción, de asistencia sanitaria, de abastecimiento en general, salvamento y seguridad marítima, de transporte de mercancías y viajeros, y otras del estilo. Ábalos, durante la reunión sectorial telemática con los consejeros de Transportes, aseguró que se permitirá la apertura voluntaria de otros establecimientos —de restauración, por ejemplo— para dar servicios a estos mismos colectivos.

La conselleira de Infraestruturas pidió que se aclaren las medidas necesarias para evitar contagios entre los profesionales del transporte de mercancías y pasajeros, incluido el sector del taxi, así como en las obras públicas.

También se aclaró que en los vehículos de actividades no suspendidas como los trabajos en infraestructuras se permite que se ocupe una plaza de cada fila en los vehículos de trabajo o de transporte a los tajos.

La reducción de la oferta de transporte público por carretera que depende de la Xunta alcanza en estos momentos el 80 %, con una caída de la demanda del 90 %.