La educación en la pandemia: limitado acceso a la tecnología y exceso de trabajo

Sara Carreira Piñeiro
sara carreira REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

xoan a. soler

La primera encuesta a 5.600 familias de escuelas públicas en Galicia destaca la disponibilidad de los docentes y considera imposible una evaluación justa

13 abr 2020 . Actualizado a las 18:18 h.

La asociación de familias de la escuela pública gallega Confapa (integrada en la estatal Ceapa) presentó ayer los datos del primer sondeo que se hace entre los hogares con estudiantes para tener una primera valoración del aprendizaje virtual obligado por el confinamiento. Es una encuesta hecha en línea, con datos recabados hasta el pasado miércoles y que tuvo 5.626 respuestas, de las que la mitad eran padres y madres de niños de primaria.

El resultado de este sondeo es una primera fotografía de la situación: dos de cada tres alumnos tienen que compartir ordenador con sus padres y hermanos, y uno de cada tres carece de Internet de calidad. En general, los alumnos trabajan mucho, especialmente los de bachillerato y la mayoría recibe contenidos a diario o varias veces por semana. Aunque los tutores son accesibles y la mitad atienden las dudas, hay muchos que no les dicen a sus alumnos si han corregido sus trabajos. Con todo, y a pesar de los enormes problemas técnicos, de recursos y conciliación que hay, las familias aprueban (5,2, raspado) cómo está saliendo todo.

Medios

Internet. El 70 % tiene fibra o ADSL, sobre un 20 % Internet móvil y un 10 %, rural. Las cifras no son malas, pero un 30 % no tiene suficiente calidad para una videoconferencia.

Ordenadores. Es de los mayores problemas: seis de cada diez alumnos lo comparten con su familia, solo dos tienen un dispositivo propio, aunque el 50 % (es una media de todas las edades) cuenta con móvil.

Espacio propio. Sobre el 80 % de los estudiantes tienen un sitio propio, una habitación, aunque hay un 20 % que carece de este lugar para estudiar.

Forma de contactar. El tablón del centro (web) y el correo electrónico son el contacto más habitual, con casi un 20 % cada uno, seguidos de Abalar (16 %) y el Aula Virtual (15 %). En Confapa se quejan de que los menores de 14 años no pueden tener correo electrónico, pero muchos se comunican así con sus profesores.

El trabajo diario

Muchas horas. Cada día los estudiantes dedican muchas horas al trabajo de clase. Por ejemplo, en infantil, el 70 % está entre una y tres horas con las labores; el 50 % de los niños de primero a tercero de primaria pasan entre 3 y 4 horas trabajando; y en los cursos altos de primaria, uno de cada tres estudiantes invierte cuatro horas o más. En la ESO el tiempo aumenta: el 75 % está más de tres horas y de esos, la mitad más de cinco horas cada día; en 3.º y 4.º de ESO solo el 15 % está menos de tres horas y en bachillerato, la mitad pasa de las cinco horas (un 10 %, de las ocho).

Recibir material. Los profesores envían a diario, o varias veces a la semana al menos, material nuevo de trabajo. Y un dato importante: el 13 % tiene materia nueva en todas sus asignaturas y el 33 %, en algunas. Según las indicaciones oficiales, no se puede adelantar materia mientras dure el confinamiento.

Resolver dudas. Más del 80 % del alumnado puede resolver dudas con sus profesores, aunque solo el 55 % lo puede hacer con todas las materias. Destaca el algo más del 18 % que no puede hacerlo con ninguna asignatura.

No hay «feedback». La mitad de los alumnos no saben qué tal les han salido los trabajos que van presentando, porque ese 49 % del total de estudiantes (no se especifica cuántos por etapa) no tiene constancia de corrección de sus labores en ninguna asignatura. A eso hay que sumar un 30 % más que carece del dato en alguna de sus materias. Solo un 20 % recibe la valoración de su maestro en todas las asignaturas.

Evaluación. Al 20 % de los estudiantes sí le ponen nota. Entre corregir y evaluar hay una diferencia, y evaluar no está permitido durante este confinamiento, al menos por ahora. Pero 1 de cada 5 alumnos sí tiene evaluación, y hay un porcentaje (6 %) que cuenta con notas en todas sus asignaturas. En algunas están siendo evaluados sobre el 40 % de los estudiantes de ESO y bachillerato, donde la medias afectan directamente a su expediente. «No momento no que ti nos podes garantir que todos os teus alumnos chegan a ver os traballos -dice Rogelio Carballo, presidente de Confapa- a avaliación é imposible», además de que no está permitida por la Consellería.

Valoración familiar

En general, aprobado. A pesar de los inconvenientes, de los problemas, las familias le dan un aprobado a la experiencia, aunque raspado (5,2). Pero creen que deben ayudar demasiado a los estudiantes para hacer las tareas (solo se salvan los de bachillerato), y en las etapas superiores no se considera muy adecuado el ritmo de trabajo a la situación actual de los alumnos, aunque no especialmente difícil.

Tutores accesibles. En general, hay la percepción en los hogares de que los tutores son accesibles, aunque para uno de cada cuatro padres no es así, una cifra relevante.

La conciliación, mal. Es difícil encontrar un equilibrio entre familia-trabajo-escuela si todos están bajo el mismo techo. Familias de todas las etapas considera mayoritariamente que hay problemas de conciliación. Unas veces porque no hay recursos para que cada hijo estudie cuatro o cinco horas en el ordenador; otras, porque no hay un sitio adecuado para ese trabajo, o también porque los hijos exigen ayuda técnica (descargar ficheros, imprimir textos) que no se pueden resolver de la manera adecuada.