Revelan que había comisiones que «iban a las casas» a recaudar para donar el pazo de Meirás a Franco

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Construído en el siglo XIX sobre las ruinas de una antigua fortificación, el Pazo de Meirás perteneció a la intelectual gallega Emilia Pardo Bazán. Después de su muerte, y tras llegar a manos de la Compañía de Jesús, la propiedad situada en el municipio coruñés de Sada pasó a formar parte del patrimonio de Francisco Franco, como regalo de la provincia de A Coruña.
Construído en el siglo XIX sobre las ruinas de una antigua fortificación, el Pazo de Meirás perteneció a la intelectual gallega Emilia Pardo Bazán. Después de su muerte, y tras llegar a manos de la Compañía de Jesús, la propiedad situada en el municipio coruñés de Sada pasó a formar parte del patrimonio de Francisco Franco, como regalo de la provincia de A Coruña. Janet González Valdés

En la segunda jornada del juicio por la propiedad del pazo, dos historiadores destacaron el carácter público del edificio en vida de Franco

08 jul 2020 . Actualizado a las 09:13 h.

El carácter público del pazo de Meirás desde que fue donado a Francisco Franco en 1938 en calidad de jefe del Estado no ofrece dudas para los dos historiadores que comparecieron ayer como testigos-peritos en la segunda jornada del juicio que se celebra en A Coruña para decidir si el pazo de Meirás es una propiedad pública, como reclama el Estado, o privada, como sostienen los herederos de Franco. Manuel Pérez y Carlos Babío, autores del libro Meirás, un pazo, un caudillo, un espolio, dijeron en el juicio que todos los gastos del pazo se sufragaban por medio de la Casa Civil del Estado.

Babío aseguró que en el momento de la donación el Ministerio del Interior contrató reportajes fotográficos oficiales del acto y Franco ofreció un discurso como jefe del Estado. Además, el Gobierno Civil sufrago todos los gastos y estancias de los ministros en Galicia. «Franco llegó a prometer la construcción de una carretera para comunicar A Coruña con Madrid en cinco horas, y lo hizo en el pazo de Meirás como jefe del Estado», afirmó.

Más adelante, los historiadores hablaron de cómo se hizo la suscripción popular para comprar el pazo y donárselo a Franco. Manuel Pérez quiso situar esa cuestación en el contexto de aquellos años, en los que era habitual que el Estado utilizase ese procedimiento para financiar servicios, obras y diferentes actividades de homenaje. Cuando la Junta pro Pazo decide comprar las Torres de Meirás, la fórmula que se eligió fue la de la suscripción popular. Se anunció en la prensa y se indicó que habría espacios en los que la gente podría contribuir de forma voluntaria. Pérez explicó que ese sistema no tuvo mucho éxito, por lo que se decidió otra fórmula: calcular la cifra necesaria para comprar el pazo, y repartir la recaudación entre los municipios de la provincia.

Cada municipio, una cantidad

Según ese sistema, se le asignó una cantidad concreta a cada municipio para que remitiese el importe requerido a la Junta pro Pazo, que estaba presidida de forma honorífica por el gobernador civil de la provincia, que tenía autoridad sobre los alcaldes. Y se dejaba en manos de cada municipio la realización de la suscripción. En todo caso, se hacían recomendaciones sobre cómo realizarlas.

A preguntas de la abogada del Estado, el historiador explicó que se daban indicaciones de cómo proceder para recaudar esos fondos, y aportó uno de los documentos que la Junta pro Pazo enviaba a los alcaldes (este destinado al de Carballo), en el que se sugería «la conveniencia de nombrar comisiones, que se compondrán de dos o tres personas de significación en la localidad, quienes se encargarán de visitar personalmente a sus convecinos». Pérez dijo que en el contexto de la época, en plena guerra y con un régimen totalitario, había «mecanismos coercitivos» para obligar al pago, «porque el hecho de no contribuir ya significaba posicionarse».

La sesión de ayer duró casi siete horas seguidas, desde poco antes de las diez de la mañana hasta las cinco de la tarde y con solo dos interrupciones, una de veinte minutos y otra de diez. Compareció también Xosé Manuel Núñez Seixas, presidente de la comisión de expertos nombrada por la Xunta para elaborar un informe para la recuperación para uso público del pazo de Meirás.

Carmen Calvo: «El pazo de Meirás fue fruto del expolio»

«Este Gobierno y el anterior decidieron en poco tiempo que el pazo de Meirás tiene que ser dictaminado por nuestros tribunales como propiedad pública», dijo ayer en Santiago la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo. Aseguró que el pazo de Meirás fue «fruto del expolio del franquismo y tiene que volver a ser una propiedad pública de la que se sientan orgullosos los gallegos».

El juicio por el pazo de Meirás continuará hoy con la comparecencia de nuevos testigos y peritos. El Estado reclama la propiedad del pazo frente a los herederos de Francisco Franco, que defienden que son los legítimos propietarios del inmueble, que fue residencia oficial de verano del jefe del Estado.