La nueva normativa paisajística pone coto al descontrol de colores en el rural gallego
Las guías de colores y materiales serán la referencia estética obligatoria
Santiago / La Voz
Un silo de color rojo vivo; un depósito de agua imitando la camiseta de un equipo de fútbol; una caseta auxiliar con un tejado metálico brillante; maquinaria o restos de construcción esparcidos por una propiedad; pistas forestales o agrícolas asfaltadas sin criterio; o cuadras de ganado con un acabado exterior de ladrillo o bloques de hormigón a la vista. Las Directrices da Paisaxe, que han entrado en vigor este fin de semana, atacan estos y muchos otros desmanes estéticos que han campado a sus anchas en el territorio gallego a través de un texto que contiene normativa de carácter obligatorio que tendrá suficiente peso como para tumbar proyectos particulares o de grandes industrias, pero también recomendaciones más o menos flexibles que serán algo más que una sugerencia, porque el que no siga esas pautas ahora deberá justificarlo.