La conductora fallecida en Salceda trató de esquivar el coche que invadió su carril

GALICIA

Uno de los coches, destrozado después del accidente
Uno de los coches, destrozado después del accidente SXENICK

No pudo evitar el choque, en el que perdieron también la vida sus hijos, de 13 y 6 años. Ambos turismos, destrozados, revelarían que uno excedía la velocidad permitida

21 mar 2021 . Actualizado a las 23:35 h.

María Luisa Gondell, 38 años y toda una vida en familia por delante. Junto a ella, sus dos mayores tesoros: la hija mayor, de 13 años, y el pequeño, de 6. Camino de casa, en el centro de Salvaterra, al volante de su Citroën C4. El viernes, a las 22 horas circulaban por la comarcal PO-510 a la altura de Salceda de Caselas, lugar de Parderrubias. Faltaban 7,5 kilómetros para el garaje de su vivienda y María Luisa conocía bien este concurrido vial, de dos y tres carriles. Superaron un cambio de rasante y, cuesta abajo, rodaron por su carril hasta el punto kilómetro 5,7. La calzada, en doble línea continua, traza un leve curva que María Luisa y sus hijos nunca superaron. Lo siguiente fue toparse con un Renault Mégane, negro, rodando de frente por uno de los dos carriles habilitados en sentido ascendente.

El conductor, A. L., de 32 años y de Budiño (O Porriño), —según la primera reconstrucción oficial— invadió parcialmente el único carril contrario al trazar la curva ligeramente hacia la derecha. De frente, María Luisa y sus hijos. Ella, según la misma tesis, realizó una maniobra evasiva para esquivar el Renault. Se da por hecho que A.L. dio otro volantazo, lo que explicaría que ambos turismos chocaron frontalmente. María Luisa y sus hijos fallecieron, los facultativos desplazados de urgencia no pudieron remediar la tragedia. A.L. fue evacuado al Hospital Álvaro Cunqueiro, en Vigo, y permanece ingresado en la uci, aunque no se teme por su vida.

Los daños en ambos turismos evidencian la brutalidad de la colisión frontal. A 300 metros del accidente, en la gasolinera más cercana, la trabajadora Kira Madariaga escuchó el estruendo. Faltaba media hora para acabar la jornada, recordaba ayer entre cliente y cliente: «Escuchamos el golpe, pero a lo lejos. No pensamos que fuera tanto. Hace dos meses pasó lo mismo a 100 metros, sonó mucho peor y salimos, al final tuvimos que socorrer». El Renault de A.L. y el Citroën C4 de María Luisa suponen sendos casos de siniestro total. La velocidad permitida en el funesto tramo, 90 kilómetros por hora, no encaja con los daños desproporcionados, lo que hace pensar que se superó la velocidad permitida. La conclusión final, y válida ante la autoridad judicial, la decidirá un equipo concreto de la Guardia Civil de Tráfico especializado en reconstruir siniestros.

Pruebas habituales

El juzgado de guardia de O Porriño autorizó la extracción de muestras para realizar las pruebas que de alcohol y drogas, que se realizan en todos los accidentes. Ayer por la mañana ya apenas quedaba rastro de la tragedia en el punto kilómetro 5,7 de la PO-510. Unas manchas en la calzada y poco más. Sí una gran conmoción en los ayuntamientos limítrofes. En Salvaterra, lugar de residencia de los fallecidos, con dos días de luto y banderas a media asta. También en O Porriño acordaron lo mismo. Ya en Ponteareas, cuna de la familia paterna de los niños, la noticia causó la misma conmoción.