Los médicos ven improvisado el nuevo modelo de citas presenciales en primaria
GALICIA
El 53 % de los pacientes siguieron optando por la consulta telefónica
18 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Desde el jueves los gallegos pueden pedir cita presencial en atención primaria por teléfono, a través de la web del Sergas o de la aplicación móvil, sin necesidad de un filtro previo. Hasta ahora esto solo podía hacerse acudiendo a los mostradores de los centros de salud y explicando el motivo, o por teléfono en algunos casos. No obstante, y según los datos que facilitó la Consellería de Sanidade, esta apertura a las consultas presenciales no provocó una avalancha de citas. Más de la mitad de las que se pidieron el jueves por vía telemática fueron telefónicas, y el 47 % en persona. En concreto, de las 15.313 solicitadas, en 7.197 se eligió atención presencial, casi la mitad.
El Sergas apunta también que este volumen de consultas tramitadas a través de vías telemáticas es pequeño. El jueves supuso el 14 % del total de citas gestionadas en primaria. Hay que tener en cuenta que en el centro de salud se programan muchas, que quedan ya marcadas tras la visita al profesional. En solo un día, de hecho, se planificaron 111.384 citas.
Que el usuario pueda optar por la consulta presencial no implica que la agenda de un médico pueda ser 100 % presencial. El propio sistema reserva huecos solo para la atención telefónica. En estos momentos solo podría llegarse a un 60 % máximo de presencialidad, «y a medida que mejore la situación se irá incrementando, de acuerdo siempre con los profesionales», recuerdan desde el Sergas. Estos espacios, además, pueden modificarse según el criterio médico y del profesional.
¿Y qué opinan los médicos de este paso dado por la Administración? Teniendo en cuenta que desde años piden que se redistribuya la demanda, es decir, que se filtre a los pacientes antes de llegar a la consulta del médico, la acogida no ha sido muy buena. La tildan de improvisada y recuerdan que los problemas de la primaria siguen ahí, exactamente igual que antes de la pandemia. «Nos parece improvisado —explica Susana Aldecoa, presidenta de la Asociación Galega de Medicina Familiar e Comunitaria, Agamfec—, antes de las nueve de la mañana vamos a tener a cinco pacientes por médico en las salas de espera y no va a haber un uso racional de las citas presenciales. Estamos en el punto de partida, no hemos aprendido nada», lamenta.
A esto hay que sumar, recuerda Margarita Arandía, vicesecretaria del Colegio de Médicos de Ourense y facultativa de familia, que el covid sigue ahí, «los centros no pueden volver a llenarse de forma indiscriminada, seguimos en pandemia, hace falta una corresponsabilidad de los usuarios». Para Carlos Bastida, presidente en Galicia de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, hay prioridades más importantes que resolver en la primaria y confía en que se haga un uso racional de estas citas, «me da un poco de miedo», admite, «la gente debe tomar conciencia de que no hay que ir al médico para verlo, hay que seguir haciendo un buen uso del sistema o caeremos en los mismos errores que antes». No obstante, y pese a la vuelta del sistema de citas presenciales previo a la pandemia, los facultativos recuerdan, «siempre ha habido atención presencial, también en los tiempos más duros de la pandemia y no se ha dejado de hacer atención domiciliaria en ningún momento», insiste Arandía.
Los pediatras ven insuficientes las plazas mir y piden acabar con el «hospitalocentrismo» de su formación
En la última convocatoria mir se ofertan en toda España 494 plazas de pediatría —27 de ellas en Galicia—, solo tres más que el año anterior. Este aumento, en una situación de claro déficit de pediatras de primaria en todo el país, es para los profesionales «claramente insuficiente». Es lo que opina la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), cuyos representantes recuerdan que no solo es que haya escasez de especialistas ahora, sino que el gran número de jubilaciones de los próximos años va a agravar esta situación en el futuro, «el aumento es insuficiente para la reposición de los pediatras jubilados y para que las plazas de atención primaria sean atendidas por ellos», denuncia la presidenta de la asociación, Concepción Sánchez Pina.
Los facultativos de primaria proponen que dentro de la formación de los residentes aumenten las rotaciones en los centros de salud y se modifique el «hospitalocentrismo» en la formación de médicos de esta especialidad, «con gran necesidad de profesionales con consultas cerca de las familias, los recién nacidos, lactantes, niños y adolescentes».
Ahora mismo ya hay plazas de pediatría en los centros de salud que ocupan médicos de familia porque no hay especialistas suficientes. En Galicia son solo el 12 %, pero en alguna comunidad rondan el 50 %. Y aumentar la rotación en primaria durante los años mir es precisamente uno de los consejos que daba en Galicia el representante de la Sepeap (Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria), Manuel Sampedro, ya que este mayor conocimiento y cercanía con los centros de salud provocará que más pediatras quieran quedarse en primaria al finalizar la residencia. Ahora mismo la mayoría optan por contratos en los hospitales.
Los pediatras insisten en que la pandemia ha puesto «más si cabe» en valor la atención primaria, ya que la mayoría de las consultas de covid en la infancia y la adolescencia se solucionaron en los centros de salud «al ser una infección respiratoria leve para los pacientes jóvenes», cuenta Carmen Villaizán, vicepresidenta de la AEPap.
Si se analiza la evolución de las convocatorias mir en los últimos cinco años, insisten desde la asociación, el aumento de plazas mir en global fue del 32 %, mientras que en pediatría solo del 16,8 %. Galicia, en concreto, sí reclamó incrementar la oferta y en un par de años pasó de convocar 20 puestos mir de pediatría en los hospitales gallegos a 27, cifra que se mantiene actualmente.
Sanidad no pone fecha a la especialidad de urgencias, que daría más médicos
La posible creación de una especialidad médica de urgencias, que permitiría de forma indirecta tener más médicos de familia en toda España, no tiene fecha. El Ministerio de Sanidad ha retrasado la decisión, como quedó claro en una carta que le envió a la Xunta la semana pasada, y, a preguntas de La Voz, evita ponerle fecha. Oficialmente, el departamento que dirige Carolina Darias dice que «está a la espera de la aprobación del real decreto por el que se regula la formación transversal de las especialidades en ciencias de la salud», conocido como decreto de troncalidad, que fue anulado por el Tribunal Supremo en el año 2016. Cinco años después, no hay fecha para aprobarlo.
«Es una huida hacia adelante», dice el presidente de la Sociedad Española de Médicos de Urgencias y Emergencias (SEMES), el gallego Tato Vázquez Lima, «el verano pasado aprobaron la especialidad de medicina legal y forense, y este verano han aprobado la de psiquiatría infantil y juvenil, aunque el decreto no estaba aprobado», recuerda. Los urgenciólogos reclaman su especialidad porque les permitiría tener una formación estándar en toda España y garantizar el recambio generacional. Pero, además, ayudaría a solucionar el déficit de médicos en atención primaria.
Actualmente, los médicos que trabajan en urgencias suelen estudiar la especialidad de familia. Cuando acaban la residencia, los servicios de urgencias, los de atención primaria y los de hospitalización a domicilio se pelean por captarlos. De los facultativos gallegos de familia que terminaron la especialidad en mayo, menos de la mitad se quedaron en primaria. Si existiesen las dos especialidades, la gran mayoría de los de familia se quedarían en primaria.
Vázquez Lima recuerda que todos los países de Europa tienen esta especialidad. En España existe en el ámbito militar. Hay 32 sociedades científicas que han pedido la creación de esta especialidad y, además, Galicia, Extremadura, Canarias, Andalucía, Cataluña y Valencia lo han solicitado formalmente. El nuevo presidente del Consejo General de Colegios Médicos, Tomás Cobo, también ha pedido la especialidad.