Turrón con sorpresa en Brión: un guante azul mezclado con chocolate

Emma Araújo SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

El guante de material quirúrgico apareció al cortar el turrón.
El guante de material quirúrgico apareció al cortar el turrón.

Una vecina halla una manopla de material quirúrgico al probar el dulce navideño de una conocida marca española

20 ene 2022 . Actualizado a las 23:10 h.

La Navidad es una fiesta marcada por bonitas tradiciones, y una de ellas es encontrar la sorpresa en el interior del roscón de Reyes. No fue esto, sino todo lo contrario, lo que vio Dolores Mayo, una vecina de Brión amante de los postres navideños que al abrir una tableta de turrón con chocolate y nueces se encontró una sorpresa de lo más desagradable, y que ella misma califica como «una asquerosidad»: un guante quirúrgico, posiblemente de nitrilo, mezclado con el resto de ingredientes.

Esta consumidora quiso despedir la temporada de excesos con su marca de confianza y nuevos sabores por lo que la semana pasada compró dos tabletas de turrón de brownie de una conocida y prestigiosa marca centenaria española en un supermercado de Brión. Pagó por ellas, que estaban de oferta con un descuento del 10 %, un total de 7,50 euros como consta en el documento de pago. Con este tique acudió, indignada, al establecimiento donde las había adquirido para presentar una reclamación y alertar sobre lo ocurrido por si en el supermercado tenían constancia de que hubiese más tabletas en mal estado.

Allí, en cuanto le contó a la gerente del supermercado lo que le había pasado, explica que se indignó tanto como ella y se ofreció a devolverle el dinero inmediatamente. Como había pagado con tarjeta de crédito, y con las prisas y el mal cuerpo salió de casa sin cartera ni documentación, optó por recibir otra tableta de idéntica marca y sabor. «Eso sí, le pedí que la abriésemos por si me podía encontrar con otra sorpresa igual», añade. No apareció ningún ingrediente extraño y regresó a su casa con el turrón de brownie en perfecto estado y sin ingrediente azul.

Dolores Mayo buscó información sobre la empresa de turrones e intentó ponerse en contacto con ella para pedir explicaciones, «porque está claro que el guante se le cayó a alguien que trabaja en esta fábrica». Primero dejó un mensaje en un contestador automático, pero no obtuvo respuesta. Con el mal sabor de boca que le quedó tras el hallazgo, y al mismo tiempo pensando qué habría podido ocurrir «si el turrón lo hubiese comido un niño sin darse cuenta, o se lo sirviese yo a familiares o amigos y se lo encontrasen», optó por escribirles un correo electrónico con una pormenorizada narración de su desagradable experiencia. También incorporó al mensaje varias fotografías que demostraban, sin lugar a duda, la procedencia del turrón y los restos del guante dentro de la tableta.

En su carta de protesta les expresa abiertamente su disgusto por su inesperado descubrimiento. «Menuda guarrada, y más en estos tiempos de covid, que hay que tener mucho cuidado con la salud», denuncia en la misiva, en la que también les pregunta «qué clase de seguridad tienen ustedes para que algo así pueda suceder». «Es una verdadera vergüenza, yo soy cliente desde hace años y esta es la primera vez que me sucede algo así», concluye su carta, no sin antes exigirles «una disculpa por su parte y una compensación, ya que han puesto mi salud y la salud de mi marido en riesgo».

Al día siguiente de enviar el correo electrónico con toda la información recibió respuesta del departamento de atención al cliente de la fábrica de turrones. En ella afirman sentirse «realmente consternados de este grave suceso». «Para poder realizar un estudio exhaustivo nos sería de gran ayuda poder disponer del objeto encontrado. Aunque por sus explicaciones y viendo las imágenes que nos ha enviado parece claramente que se trata de un guante, necesitamos verificarlo», añaden.

El supermercado entregó el pasado lunes la tableta con guante quirúrgico incorporado al distribuidor de la empresa turronera, a la que Mayo exige explicaciones y «más control».