Pese a ser una de las potencias gastronómicas del mundo, la cocina española no logra despuntar fuera de nuestras fronteras; los expertos inciden en la necesidad de mejorar la imagen de marca
12 jun 2019 . Actualizado a las 13:29 h.Está en su momento de mayor apogeo. Las listas más reputadas colocan a los restaurantes españoles en los primeros puestos de sus ránkings y cada año rompen barreras acumulando estrellas Michelin. Por si esto fuera poco, la tapa es poco más que un emblema universal y platos como la paella o la tortilla gozan del beneplácito hasta de los más excépticos. Sin embargo, tras las conclusiones del estudio La gastronomía española, realizado por la consultora KPMG, expertos en hostelería invitan a no dejar de pelear por el reconocimiento de la gastronomía española. Sobre todo, reconocen, porque en el extranjero puede apuntar mucho más alto. Tanto como lo hacen la cocina japonesa o la italiana, ejemplos de comidas que siempre tienen locales de referencia en prácticamente cualquier parte del mundo. A España aún le queda dar ese paso.
«A todo el mundo le encanta la gastronomía española y tiene mucho éxito, pero la asignatura pendiente es salir fuera, donde no lo hemos hecho bien. Para dar esa imagen de potencia gastronómica hay que mejorar los restaurantes españoles fuera, que son nuestras embajadas», indica el director general de NH Hotel Group para el Sur de Europa, Hugo Rovira. De la misma opinión es el consejero delegado de Ayre Hoteles-Only You Hotels (Palladium Hotel Group), Juan Serra, que además insiste en la «responsabilidad» que tienen los establecimientos hoteleros para impulsar la gastronomía española. «Hay que incidir en la cocina local, aunque tengamos asiáticos o italianos en nuestros hoteles», recoge Europa Press. La cocinera Elena Arzak, que también participó en este estudio, aplica autocrítica: «En España, no somos los mejores del mundo en marketing, ya que no siempre nos vendemos excesivamente bien»
La calidad tiene un precio
Por su parte, el directivo de NH reconoce que el viajar se ha democratizado en los últimos años, por lo que apuesta por impulsar un turismo de «calidad» y con mayor valor añadido. «En España nos cuesta creer que hay un mercado grande que esté dispuesto a gastar 500, 1.000 o 2.000 euros en salir a cenar. La calidad tiene un precio y hay que salir del círculo vicioso del bueno, bonito y barato. En España, cuando hagamos pagar en vez de un euro, tres por una cerveza, podremos pagar mejores sueldos y romper ese círculo», apostilla. En una línea similar, de hecho, se manifestó el todopoderoso de los fogones, Ferran Adrià, en una charla en Santiago que recogió La Voz. «No entiendo que haya menús de 5 platos que cuesten 30 euros». Palabra del maestro de los maestros.
