La participación del sevillano en las últimas contiendas ha sido testimonial tras comenzar como titular
21 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Media temporada, llegando sin ritmo y en pleno enero, fue suficiente para que el celtismo, Jozabed y el Celta conectasen. Con un fútbol creativo, capacidad de sacrificio y humildad el andaluz se ganó la confianza de Berizzo y convenció a la dirección deportiva celeste de que podía ser un futbolista importante en el proyecto de esta campaña. De hecho, empezó siendo titular con Juan Carlos Unzué. Sin embargo, en los últimos tiempos la participación del centrocampista es menguante y a día de hoy no parece tener cabida en el cotizado once inicial.
En las seis primeras jornadas del campeonato Jozabed fue de la partida. Unzué le eligió para conectar el centro del campo celeste con el ataque y la fórmula parecía convencerle. Luego llegó la goleada liguera al Eibar en la que salió el último cuarto de hora, frente al Girona disputó el partido completo y dio una asistencia, y en Las Palmas jugó más de una hora y puso otro balón de gol. Estos últimos méritos parecían un cheque al portador, pero tocó la contienda contra el Atlético de Madrid y el futbolista tuvo que ver el partido desde el banquillo.
Luego llegó el compromiso copero en Ipurúa y a pesar de estar más de una hora sobre el terreno de juego, el centrocampista parecía desconectado. Hacendoso, pero sin la claridad de ideas y el fútbol diferencial que llevaron al Celta a apostar por él.
Desde entonces, su participación en el equipo ha caído en picado. Salió diez minutos ante el Málaga, otro puñado frente al Athletic y no se quitó el chándal en el Sánchez Pizjuán. El canterano Brais Méndez, también centrocampista, fue el tercer cambio elegido, aunque acabó actuando por la banda, una elección cuando menos curiosa teniendo en cuenta que apenas hace cinco meses que el Celta desembolsó más de 3,5 millones de euros por el futbolista de Mairena de Alcor.
Tres candidatos
Jozabed Sánchez es un futbolista de prestaciones diferentes. Su entorno natural es el centro del campo y tiene una visión de juego y un último pase que le convierten en un jugador que a priori encaja tanto en el 4-3-3 con el que arrancó Unzué, como en el 4-4-2 hacia el que ha virado el equipo. Sin embargo, el sevillano está ahora mismo en la lista por detrás de Tucu Hernández y Daniel Wass, los jugadores con los que en principio se juega el puesto.
Los tres centrocampistas tienen características diferentes y aportan elementos distintos al entramado céltico. El internacional con Chile da mayor equilibrio al equipo, juego aéreo y contundencia, mientras que el danés añade un trabajo impagable, además de calidad y balón parado, una faceta en la que ha sobresalido en este arranque liguero. Jozabed es en el último pase donde tiene su principal argumento.
Con el cambio de sistema, habrá que esperar para ver si el sevillano se reengancha o si se queda como un plan B.