Nada que no mereciese

Xosé R.Castro

GRADA DE RÍO

MARTA VAZQUEZ

15 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Parecía que la oportunidad nunca llegaría. Pasaban los años, hasta siete, y Kevin continuaba en el filial, con un pie más fuera que dentro y con equipos de Segunda llamando a su puerta desde hace tiempo.

Pero él siempre lo tuvo claro. Estiró su etapa en el Celta B más allá de lo habitual, no se desesperó cuando el infortunio le dejó sin la oportunidad del debut, ni cuando pasaban los veranos y desde Paco Herrera en el 2011 nadie se acordaba de él para las pretemporadas. A los 25 años, por fin, el Celta le reconoce sus méritos dándole una oportunidad en el primer equipo y ampliándole el contrato.

Nada que no mereciese el ciudadano de Nigrán, uno de los más comprometidos con el club desde siempre (podría decirse que es un Sergio en potencia) y con sobrada valía en el terreno balompédico, una competencia para Hugo Mallo, a quien siempre tuvo como referente. Está ante el año de su vida.