El Celta rectifica y gana un punto en Mestalla

Julio Álvarez-Buylla

GRADA DE RÍO

LOF

28 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Un punto en Mestalla ante un equipo como el Valencia, que se defiende bien y que con espacios es un rival difícil, es un buen resultado. Sin embargo, lo que el partido nos transmitió fue que el Celta en vez de buscar un equilibrio entre defender y atacar, intentando sacar el máximo provecho a su potencial ofensivo, ha entrado en bucle y se ha obsesionado con defender y con contrarrestar el potencial del rival pero sin tener claro cómo hacerlo. Los vigueses evidenciaron debilidad en las transiciones rápidas del rival, entre líneas por delante de los tres centrales y por banda derecha, en donde otra vez se vio en situaciones de inferioridad y dificultad con laterales profundos. En los segundos 45 minutos se demostró que no siempre acumular jugadores defensivos es garantía de defender mejor. El Celta fue creciendo en base a tener el balón, pero a diferencia de la primera parte jugando con amplitud y profundidad.

en positivo

Aspas y actitud

El Celta sin Aspas sería otro Celta. Es difícil que no esté en cualquier análisis que se haga de un partido de los célticos. Se desquició con su soledad en los primeros 45 minutos y cuando el equipo se acercó a él fue cuando el Valencia sintió peligrar el resultado. Cinco goles en 6 partidos demandan que las soluciones del juego ofensivo se adapten en torno a su figura. Y esa actitud de Iago es extrapolable al resto del equipo. Si algo positivo ha destacado durante estos seis partidos es la tenacidad y esfuerzo de todos los jugadores.

el mejor

Fran Beltrán

Creció como el equipo a partir del descanso, más cerca de su posición natural en el doble pivote que jugando de interior escorado por delante de Okay. Barrió por delante de la defensa, incluso equivocándose en un par de perdidas demostró la suficiente personalidad e inteligencia táctica para perseverar y ser una de las claves del cambio de dinámica del partido asumiendo la responsabilidad de la salida de balón y la conexión con Pione y Aspas.

claves

Los sistemas y variantes

Mohamed en estos 6 partidos ha intentado contrarrestar los puntos fuertes del rival y para ello ha empleado distintos sistemas y variantes tácticas, aunque ha girado en torno a dos modelos que coinciden ambos en la presencia de dos puntas. El 1-5-3-2 ha sido el sistema más utilizado, empleando dos variantes en la línea de medio campo jugando con un medio centro y dos interiores o con dos medios centros y un media punta. Defensivamente ha funcionado bien contra el Atlético, un equipo que ataca básicamente por dentro, zona que precisamente refuerza el sistema, pero que ha sufrido contra el Girona y Valencia por los costados. También favorece un posicionamiento defensivo en bloque alto, así como la presión al acumular muchos jugadores por dentro y en campo rival, aunque el Celta prácticamente no lo ha hecho. La sensación que ha dejado el equipo en estos partidos es que ofensivamente queda mucho trabajo por hacer. La falta de amplitud (en algunos encuentros casi no se han usado las bandas), la inferioridad numérica en las zonas de elaboración y finalización tanto cuando se acude al juego combinativo como al directo y las distancias que existen entre la línea de medios y los delanteros, que obligan a estos a jugar muy alejados del área, son aspectos que el equipo debe pulir.

la alternativa

La opción del 1-4-4-2

El 1-4-4-2 ha sido el otro sistema utilizado. Básicamente se ha empleado como alternativa al 1-5-3-2. No ha sido un 1-4-4-2 clásico, sino más bien lo ha usado de manera asimétrica. Esta asimetría consiste en la utilización de un hombre en banda en amplitud y desequilibrante (suele ser la banda izquierda) mientras que en banda derecha o bien actúa un jugador de corte defensivo (Mallo) para ayudar al lateral o bien un jugador (Brais) con libertad por dentro para asociarse con Maxi y Aspas. No se puede concluir que el Celta haya sido más endeble defensivamente utilizado este sistema, ya que principalmente los problemas defensivos, sobre todo ante los centros laterales, se han producido defendiendo de las dos maneras. Cada sistema tiene sus pros y sus contras, aunque opino que los sistemas deben servir para obtener el máximo rendimiento de los jugadores y no se debe adaptar a los jugadores para sacar el máximo rendimiento a los sistemas.

Julio Álvarez-Buylla es entrenador nacional, máster en psicología deportiva y coach deportivo.