El Celta se quedó en su zona de confort

Julio Álvarez-Buylla

GRADA DE RÍO

LOF

25 dic 2018 . Actualizado a las 22:01 h.

Sensaciones encontradas nos dejó el partido del Nou Camp. Por un lado, el Celta poco a poco muestra formas de equipo trabajado, con señas de identidad evidentes tanto a nivel defensivo como ofensivo, algo que hasta la llegada de Cardoso parecía una entelequia. Por otro lado, los vigueses cumplieron el rol inicialmente asignado a cualquier visitante del feudo azulgrana, saliendo con una derrota digna, pero con la sensación de que faltó convicción y verticalidad para poner en riesgo la victoria de un Barcelona que pareció no sentirse exigido en ninguna fase del partido. La peor noticia, sin duda, la lesión del Iago y sus futuras consecuencias. Todo un reto para un equipo que tendrá que descifrar su ataque sin su jugador referencia.

1 - La clave

El minuto 52

Condicionado por la inmediatez de la lesión de Aspas, Cardoso tuvo que decidir en muy poco tiempo qué solución le iba a dar a una situación imprevista, agravada además por la falta de un sustituto natural del jugador de Moaña. Muchos factores que valorar en un tiempo muy limitado y con varias opciones, una decisión sin duda difícil y que fuese la que fuese sería auditada a toro pasado. Cardoso optó por la inclusión de Beltrán sustituyendo un jugador ofensivo y que mantenía en alerta a la defensa azulgrana por un tipo de futbolista que reforzaba la posesión del balón, pero en la zona de confort del rival.

2 - El dilema

La cuestión del centro del campo

Cuatro medios centros y cuatro aportaciones distintas. Cardoso cuando llegó no tuvo la necesidad de elegir, hasta el punto de tener que reconvertir a un inédito Jozabed, más acostumbrado a jugar cerca del área rival que de la propia. Pero ahora se le plantea la cuestión de elegir. Si decantarse por el dinamismo y la aportación de Beltrán «barriendo» por delante de la defensa, por el posicionamiento táctico y dominio del juego aéreo de Okay, por la seguridad en el pase de Jozabed, o por la capacidad de transformar en fácil lo que es difícil en los pies de un Lobotka omnipresente en todos los sectores del campo. Ahí está la cuestión…

3 - El futuro

¿Y sin Aspas, qué?

¿Y ahora, qué?, nos preguntamos. Indudable es la aportación de Aspas al equipo, pero la búsqueda de alternativas se hace indispensable. Sin Iago, que ejercía más de segunda punta que de media punta, Cardoso podrá perfilar de otra manera ese 4-2-3-1 que trajo debajo del brazo a Vigo. La apuesta natural podría ser centrar a Brais, uno de los jugadores que más en forma está en este momento. El de Mos y Jozabed parecen las opciones que por sus condiciones mejor se adaptarían, aunque tampoco se podría descartar a Pione, jugador que últimamente tiende a caer por dentro, o incluso a Boufal, al que Mohamed ya situó en algún partido por delante del doble pivote.

4 - Los errores

Concentración defensiva

Que los goles habitualmente llegan como consecuencia de los errores parece una obviedad. Sin embargo, si algo no parece conseguir Cardoso es frenar esa sensación que desde el principio de liga transmite el equipo en cuanto a la cantidad de errores defensivos cometidos que podrían parecer evitables y que terminan acabando en gol. Errores que se han producido por un problema en la toma de decisión y que parecen más un problema de concentración que de saber hacer.