El futbolista asegura que nunca huye de la responsabilidad
23 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Nacido en Alkmaar (Holanda) en 1994, Wesley Hoedt destacaba ayer en su presentación como jugador del Celta que puede aportar a su nuevo equipo su experiencia «en dos de las ligas más importantes del mundo». Porque el central solo necesitó un año en el primer equipo del club donde se formó para que el Lazio se fijara en él y dar el salto a Italia. Tres temporadas después, llegaba al Southampton desde donde ahora aterriza en Vigo.
Con 1,92 de estatura, Hoedt se convierte en uno de los centrales más altos de la historia reciente del club vigués, algo que de entrada le permite ya marcar diferencias. La técnica y la buena visión de juego son algunas de las principales virtudes que se le atribuyen a un futbolista con buena salida de balón que también dijo de sí mismo en su puesta de largo como jugador del Celta que su estilo se adapta más al del juego predominante en la liga española y en su nuevo club que en los anteriores en que había estado.
Si algo le ha faltado a Hoedt en los últimos años es regularidad. Esta misma temporada, sin ir más lejos, comenzó jugándolo todo en el Southampton, pero fue un cambio de entrenador el que le quitó de un plumazo todo el protagonismo que había tenido hasta ese momento, lo que no quita para que se sienta listo para poder aportar al equipo desde el primer momento.
Precisamente pocos días antes de disputar su último partido con el Southampton el 24 de noviembre, Hoedt concedía una extensa entrevista a los medios oficiales del club en la que se revelaba como un futbolista capaz de hacer autocrítica y reconocía que no siempre había estado bien desde su llegada al club algo más de un año antes. «No huyo de la responsabilidad, nunca se debe hacer. He jugado muchos partidos realmente buenos desde que estoy aquí y también he hecho partidos malos, como es normal en una temporada», decía
Autoexigente consigo mismo, confesaba que siente la necesidad de dar lo máximo en los entrenamientos y en el terreno de juego por entender que es «la única manera» de convertirse en un futbolista mejor. También profundizaba en la importancia que tiene para él el apoyo psicológico, hasta el punto de que cuenta con un profesional que habitualmente le ayuda a «controlar las emociones cuando las cosas van mal». Con ello busca ser «mejor persona dentro y fuera del terreno de juego». «No es que sea una persona extraña, sino que quiero buscar siempre la mejor versión de mí mismo», se sinceraba. De fuerte carácter, revela también que el nacimiento de su hija Noli Valentina, de dos años, ayudó a «calmarse» y afrontar las cosas con más tranquilidad.
Una de las asignaturas pendientes que tiene en este momento Hoedt es la selección. Internacional absoluto con Holanda, su última citación data de hace más de un año. Debutó en el 2017 tras su paso por las categorías inferiores y, tras acumular seis partidos, no ha vuelto a ser llamado por el equipo nacional holandés. Otro aliciente para dar su mejor versión en Vigo.