El epílogo sonríe al Celta B

X. R. C. VIGO

GRADA DE RÍO

El Rápido, con 10 media hora, trabajó a destajo para salvar un punto pero se quedó sin recompensa

10 feb 2019 . Actualizado a las 19:28 h.

El descuento resolvió un derbi igualado, con alternativas y sin demasiadas ocasiones de gol. Ganó el Celta B, que jugó más de media hora con un futbolista más pero que no pudo encontrar grietas en la defensa del Rápido de Bouzas hasta el minuto 91 por mediación de Adrián Mancebo. Los aurinegros resistieron sin apenas sofocos con diez futbolistas en el campo prolongando un partido cargado de sufrimiento y corrección táctica que le plantearon a un filial céltico que no acabó de encontrarse del todo cómodo en un partido tran trabado e intenso.

Los de Rubén Albés comenzaron con fuerza, avisando con un tiro de Iban Salvador y un inocente cabezazo de Manolito Apeh que atrapó Brais. Pero el Rápido enseguida enseñó los dientes y sus armas. A base de intensidad y de colgar balones para poner en alerta a la zaga celeste. También sacaron a relucir la velocidad de sus hombres de arriba con una cabalgada de Javi Sánchez, aunque la ocasión más clara de los aurinegros llegó tras un balón parado con un mano a mano entre Álvaro Clausí e Iván Villar que acabó con el balón en el lateral de la red.

El Rápido se fue al descanso transmitiendo la sensación de que estaba más cómodo en el derbi que un Celta B al que le costaba tocar y triangular en el campo de Bouzas y a la vuelta del vestuario Mouriño aumentó la dosis de incertidumbre sacando una falta por abajo que no sorprendió a Iván Villar.

A continuación llegó la jugada que rompió el guion de la igualdad. Un forcejeo entre Iago López e Iban Salvador en una falta a favor de los locales acabó con roja para el jugador del Rápido. Restaba más de media hora y el cuadro de Míchel Alonso pasó a atrincherarse y el Celta B a capitalizar el balón. Los celestes no optaron por un ataque suicida, sino que fueron madurando el partido, pero aun así, los de Bouzas no se descomponían, aunque poco a poco comenzaban a acusar el desgaste.

Las ocasiones más claras del cuadro visitante llegaron en una penetración por el centro de Manolito Apeh que abortó Brais y en una conducción de Iban Salvador que casi sin ángulo acabó rematando al lateral de la red. Solís, con una falta directa, lo intentó sin éxito a balón parado ante la buena intervención del meta local.

Y cuando parecía que el empate era el único camino posible llegó un final de locura. Para comenzar, dos de los cambios de Rubén Albés le dieron el gol al Celta B. Condujo por la izquierda Pastrana, su disparo obligó a Brais a estirarse y en el rechace Adrián Mancebo no perdonó y marcó a portería vacía.

Lejos de maldecir su suerte, el Rápido se fue arriba y en la siguiente jugada Toni Jou empotró el balón en el travesaño. Un final de órdago para un partido que permite respirar al Celta B y que deja al Rápido de Bouzas a siete puntos de la salvación.