El Celta baja la zona de presión

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

XOAN CARLOS GIL

Pese al trabajo defensivo de los atacantes y los desvelos de Coudet por mantener la idea, los problemas en la salida de balón provocan un paso atrás sobre el césped

06 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

«Siempre digo que prefiero recuperar el balón lejos de la portería nuestra que correr», comentó esta semana Coudet a los medios del club. Pero la realidad indica que el Celta ha dado un paso atrás en la recuperación alta que exhibía en el momento que llegó el técnico argentino. Quizás porque la salida de balón se ha complicado y el juego es ahora menos fluido, pero los celestes no están presionando tan arriba como desearían.

Coudet llegó con una idea clara y convenció a sus peloteros. «Los más difíciles de convencer siempre son los delanteros, pero es más fácil convencerles de correr 10 metros que correr 50 constantemente. El delantero es ambicioso y siempre quiere estar cerca». Sin decirlo, el técnico habla del recorrido que le queda a los suyos si juegan replegados en campo propio.

Además, desde su prisma, cuanto más arriba, más afloran el juego combinativo y los futbolistas de calidad. «Cuando interpretas el fútbol de una manera y todos se brindan a la hora de recuperar el balón, es cuando más fácil se te hace para juntar a jugadores de buen pie. Normalmente son los menos adeptos al sacrificio, pero cuando están convencidos de eso, y tienes once tipos que quieren recupera el balón, es cuando más gente de buen pie con características ofensivas puedes poner».

La estadística, siempre con claros y oscuros, le da la razón al Chacho. Los cinco jugadores de ataque más utilizados (Brais, Nolito, Denis, Aspas y Denis Suárez) cometen una media de 1,6 faltas por partido (cada uno), recuperan un balón en una zona especialmente sensible y superan los 1,5 entradas por duelo, números que confirmar su predisposición a la presión y a ayudar en el trabajo defensivo.

Sin embargo, las sensaciones indican que esa presión alta ha reculado un buen puñado de metros en los últimos partidos. El motivo, seguramente sean los problemas en al salida de balón, lo que provoca que el equipo de Coudet viva menos en campo contrario y necesite montar su cuartel general a la altura del medio campo. En algunos casos, con una vuelta al pasado en materia de pases horizontales, algo muy característico de la época de Óscar García y de Fran Escribá.

Como ejemplo, ante el Valladolid los vigueses dieron 209 pases hacia atrás y 301 de los 509 realizados fueron en la parcela central del campo. El posicionamiento fue en bloque medio a lo largo de casi todo el partido.

Las opciones para volver a recuperar, un aspecto clave en el juego del equipo de Coudet, deben pasar por volver a sorprender en una salida de balón que ya tuvo diferentes protagonistas: Denis fue el primero, luego le tocó a Araujo, en algún partido el portero sacó en largo y en las últimas citas es la banda derecha la que intenta asumir esa responsabilidad.

En Huesca, sin Tapia y sin su juego característico entre centrales, puede aparecer una nueva vía de la mano de Beltrán si finalmente el de Seseña es el elegido para el centro del campo.