Borja Iglesias, de la puerta de salida a «killer» del Betis

La Voz

GRADA DE RÍO

AFP7 vía Europa Press

Suma once goles en cuatro meses, tras casi un año sin marcar

21 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El Betis lo reclutó, en el verano del 2019, a golpe de talonario. Pagó al Espanyol, en tres plazos, 28 millones para que Borja Iglesias se vistiera de verdiblanco. Era el segundo fichaje más caro de su historia, solo por detrás de los algo más de 30 millones que Lopera pagó en 1997 por Denilson. Borja llegó avalado por unos números inapelables. Con el Espanyol, que lo había fichado del Celta por 10 millones, había anotado 37 goles en Liga y otros seis en Copa en una temporada. En la anterior, la 2017-18, que el compostelano pasó en Zaragoza, había anotado 43.

La primera temporada en Heliópolis fue un fiasco. Apenas tres goles en Liga y otros tantos en la fase clasificatoria de la Europa League. «Son muchos factores los que influyen, trato de fijarme en los errores que he podido cometer». Quiso incidir en el trabajo mental y el compensatorio de fuerza y velocidad. «Me siento bloqueado. Quizás tengo ahí atrás en la cabeza que se habla mucho de que he costado mucho dinero, de todas las expectativas que hay puestas sobre mí», se confesó con la psicóloga deportiva Patricia Ramírez.

Once meses sin marcar

Borja entró en un foso al inicio del 2020. Había anotado su último tanto el 19 de enero en el Villamarín ante la Real Sociedad. Antes de que llegara la pandemia. Los meses pasaban, su peso en el equipo iba perdiendo fuelle y el gol seguía sin llegar. Se marchó Rubi, pasó Alexis, y luego llegó Pellegrini. Con el chileno arrancó como titular en el primer partido y fue perdiendo protagonismo. En la tercera jornada ya tuvo que esperar en el banquillo. Borja Iglesias no logró romper el gafe hasta once meses después. El 6 de diciembre, ante Osasuna, marcó el 0-1 a los cuatro minutos de saltar al campo. Estuvo sobre el césped unos veinte. El tanto quebró la racha pero no cambió su dinámica. De los ocho partidos que vinieron después, el gallego fue suplente en cuatro y en otros dos no sumó siquiera diez minutos. Uno de ellos, contra el Celta.

El Betis llegó a plantearse su salida en el mercado invernal. Borja era, en aquel momento, más un «lastre» que aquel delantero que había fichado por 28 millones. Aunque mantuvo entonces que «salir no es una opción ni para mí ni para el club por los datos que tengo», la dirección deportiva verdiblanca sí se lo planteó. El traspaso del paraguayo Antonio Sanabria al Torino por siete millones, más otros tres en variables, pesó para que Iglesias siguiera en el Villamarín. La inercia iba a cambiar.

El doblete copero con la Real

Cinco días antes de la marcha de Sanabria, el 26 de enero, el Betis jugaba los octavos de Copa ante la Real Sociedad. Borja partió del banquillo y saltó al césped a cinco minutos de completar el tiempo reglamentario. El resultado era de 1-1. El partido se fue a la prórroga e Iglesias hizo un doblete decisivo para clasificar al Betis.

Al día siguiente de la marcha de Sanabria, los verdiblancos se medían de nuevo ante Osasuna. Pellegrini le dio algo más de media hora y Borja marcó el único gol del partido. Fue titular seis días después ante el Barcelona. Volvió a mojar. Dos semanas después, frente al Getafe, hizo el gol de la victoria. Se perdió la siguiente jornada, condicionado por una lesión muscular, y en su reaparición le hizo un doblete al Alavés que certificó el triunfo. El Panda estaba de vuelta. Otros dos goles suyos le dieron al Betis la victoria contra el Granada.

La máscara del Panda

Entre el 19 de enero del 2020 y el 26 de enero del 2021, Iglesias marcó un gol. Desde aquella eliminatoria con la Real lleva anotados once. El último, otra vez decisivo, en la última jornada ante el Huesca. Transformó el penalti que le señalaron y que, a la postre, dio los tres puntos y la clasificación europea al Betis. Borja lo celebró poniéndose una máscara de un panda —en honor a su apelativo— y sujetando un peluche. Nadie duda ahora de que el Betis cuenta con Borja para la próxima temporada.

Cuatro años después

El 27 de mayo del 2017, en la vuelta de la promoción de ascenso del Celta B ante el Valencia Mestalla —al que marcó un gol en la ida y otro en la vuelta— fue el último partido de Borja Iglesias con el Celta. En aquel once, que dirigía Alejandro Menéndez y que cayó eliminado, estaban también Kevin Vázquez y Brais Méndez. El sábado volverán a verse.