Después de ser titular solo en cuatro ocasiones en su primer semestre, el argentino tiene la oportunidad de afianzarse en el Celta el próximo curso
23 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Augusto Solari fue el primer pedido de Coudet. El argentino llegó al Celta a finales del pasado mes de enero y en su primer semestre del 2021 en el fútbol español, fue un recambio asiduo, pero solo jugó cuatro partidos de titular y no llegó a completar ninguno de ellos. El volante llegó casi sin descanso, en plena pretemporada austral y apurando la puesta a punto. Ahora tiene todo el verano para llegar a la liga al 100 % y poder dar un paso adelante, ya sea en la banda derecha, en donde más le ha utilizado el Chacho, o en otra demarcación.
Solari, que aceptó la invitación del Celta por el salario mínimo, siempre fue un jugador importante, tanto para sus equipos como para el Chacho. A Vigo llegó para sumar en un plantel escuálido y para convertirse en el relevo más natural para Brais Méndez. Desde el primer momento aceptó su rol y dejó patente su compromiso. Marcó en dos jornadas consecutivas y en sendas victorias celestes: al Levante (2-0) y en Villarreal (2-4). Sin embargo, siempre ocupó el rol de suplente, siendo en la mayoría de los partidos la primera opción de refresco desde el banquillo.
«Yo estoy en el proceso de querer mejorar día a día para ser útil al equipo y ayudar a mis compañeros a que se consigan todos los objetivos que nos propongamos», comentó en una entrevista antes de finalizar la temporada pasada. Ese proceso tiene una oportunidad única de madurar este verano. El argentino acumula tres semanas de pretemporada, con un esfuerzo físico continuado, que le debe poner casi a tope para el inicio de liga.
A priori debe luchar con Brais Méndez por hacerse un sitio en el flanco derecho de la medular, el lugar habitual en donde vino jugando desde su llegada a Vigo y su posición natural a lo largo de su trayectoria deportiva.
La temporada 21/22 también será una reválida a nivel personal para Solari. Apostó fuerte por dar el salto a Europa con 29 años, cuando ya parecía imposible, y ahora tendrá la oportunidad de demostrar que puede ser un jugador importante en una liga de primer nivel, como lo fueron en su día los parientes que ya pasaron por el fútbol español. A favor del futbolista juega su trabajo, su compromiso y la confianza plena de Coudet.
Ingresará este curso en el club de los treintañeros
El Celta, a falta de completar el plantel, tendrá a lo largo de la temporada 21/22 a seis jugadores que han superado la barrera de los 30 años, y el último (por el momento) que la alcanzará será Augusto Solari, en enero del próximo año. Más pronto, en el mes de agosto lo hará Néstor Araujo, que se une a los Dituro, Hugo Mallo, Nolito y Aspas, los cuatro más veteranos de un plantel que está ganando en años y experiencia.
En las últimas temporadas, el Celta contó con una de las plantillas más jóvenes del campeonato, en gran medida por el número de canteranos que debutaba y por otros que se afianzaban en el equipo. Ahora, esa tendencia sufrirá una pequeña variación con la incorporación de Dituro, lo que unido a los dos primeros capitanes y a Nolito les lleva a sumar entre los cuatro 131 años.
En el lado contrario
En el lado contrario y pendiente de que se oficialice que José Fontán pasará a tener ficha del primer equipo hasta el año 2025, Miguel Baeza y Fran Beltrán son los dos más jóvenes del plantel. El cordobés, el único nacido en el año 2000, tiene 21 años y el toledano solo le aventaja en uno.
La edad medida del plantel en estos momentos (pendientes al menos tres incorporaciones) es de 26,9 años, una de las más altas en los últimos tiempos. No obstante, los fichajes pendientes variarán este dato en función de las apuestas que pueda realizar el club.