Una victoria que refuerza el cambio de tendencia

Julio Á. Buylla ANÁLISIS

GRADA DE RÍO

Salvador Sas

30 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Denis Suárez rescató dos importantes puntos que refuerzan el cambio de tendencia del Celta en esta Liga. Sin embargo, el partido no fue excesivamente diferente a los anteriormente disputados por los celestes con la dificultad añadida de encontrarse un equipo visitante que llegó a Balaídos centrado en defender, en contraatacar y de paso en espesar un partido que con el paso de los minutos se fue haciendo cada vez trabado. Un Granada desconocido respecto a sus últimas visitas.

El Celta todavía no es el equipo que fue y sigue transitando por esa fase de reconstrucción de la que le está costando salir, aunque a diferencia de los primeros partidos, ahora se gana. Sigue costando generar ocasiones de gol, todavía se siguen cometiendo errores defensivos en el área que pueden costar puntos y también todavía resta por ajustar conceptos tan importantes el pasado curso como la presión. La parte positiva es que, aunque con todo este trabajo todavía por delante, el equipo ha sido capaz de cambiar la dinámica de resultados con dos victorias consecutivas.

Eduardo Coudet, antaño tan poco partidario de los cambios, sigue manteniendo su apuesta por no modificar mucho los onces iniciales, aunque a diferencia del año pasado, ha cambiado el rol y el protagonismo que ofrece la gente que sale desde el banquillo ofreciéndoles más minutos. Esa búsqueda de recursos para tratar de cambiar las cosas ha pasado de ser un mero trámite de los últimos minutos de partido a ser una necesidad real en la búsqueda de soluciones. Y bien que los propios jugadores le están dando la razón en esta apuesta. La carga de partidos de ciertos jugadores hace que incluso los menos prescindibles tengan que parar, y es ahí donde el valor del banquillo resulta fundamental a la hora de decantar un partido.

Y en esa evolución se situó el Celta de la segunda parte, que aguantó y mejoró sus prestaciones como equipo sin desesperarse y sin cejar en su empeño de buscar la victoria pese a las dificultades que le opuso el rival. Un punto de partida que no garantiza el resultado, pero sí que es importante para poder gestionar momentos como los que siguieron al error en el penalti.

Pero conviene también decir que la reacción de los celestes estuvo muy cerca de quedarse en el otro lado del resultado si en los siete minutos de descuento Matías Dituro no hubiese ejercido de salvador del equipo con dos intervenciones que certificaron sus reflejos y su buen momento de forma. Siete minutos que también demostraron que los fallos, corregibles, siguen existiendo y que tal como momentos después se encargaría de demostrar Denis con su acierto, la línea entre el acierto y el error, entre la victoria y la derrota es muy fina.