Los seis días como goleador de Matías Dituro: «Me falta solo marcar de libre directo»

GRADA DE RÍO

Dituro celebra el gol, de campo a campo, anotado con el Bolívar ante San José.
Dituro celebra el gol, de campo a campo, anotado con el Bolívar ante San José.

En su periplo latinoamericano, el portero del Celta anotó con tres equipos distintos tras batir el récord mundial de penaltis detenidos en una sola temporada

16 oct 2021 . Actualizado a las 06:37 h.

Cuando la experiencia en el Celta B no fructificó, Matías Ezequiel Dituro Curto (Bigand, 1987) buscó refugio en el fútbol de su Argentina natal. Quería estar cerca de los suyos. El teléfono sonó desde Bolivia. El Aurora, el modesto entre los dos grandes de Cochabamba, una urbe que roza los dos millones de habitantes, le ofreció ser su guardameta en el Torneo de Clausura del 2014. Matías ya se había entrenado con ellos meses atrás. Venían de un año perro. En la misma competición anterior habían encajado la que es, hasta la fecha, la mayor goleada de la historia en el derbi local ante el Wilstermann. Un 0-6 que todavía escuece en el estadio Félix Capriles.

Dituro aceptó. «Nos veíamos casi a todas horas porque vivíamos en el mismo hotel. Nos sentábamos muchos días en la piscina a tomar mate». Eduardo Vallecillo, un pucelano trotamundos, que ahora ya retirado trabaja en el servicio de emergencias de Medina del Campo, era entonces mediapunta en el Aurora. Bernardo Pavisic, el vicepresidente del club, había reclutado a buena parte de los extranjeros en el Gran Hotel Cochabamba, de su propiedad. Allí residió Matías junto a su pareja en el punto de inflexión de su carrera.

Esa temporada competían también en la élite boliviana José Luis Capdevila, Edu Moya, Gerardo Berodia y Juanmi Callejón. A los dos últimos, Dituro les detuvo dos de los siete penaltis que atajó. «El primero, lo celebramos. Con el segundo decíamos: ‘Bien, bien'. Cuantos más paraba, la confianza era mayor. Se crecía. Nos pitaban un penalti en contra y yo estaba tranquilo en el campo. Me decía: ‘Este tío lo va a parar otra vez'. Teníamos una confianza brutal en ese sentido. Nos acostumbró muy mal, ya había hasta cachondeo con eso», sonríe Vallecillo. De las ocho penas máximas que le pitaron en contra al Aurora en 22 fechas, solo solo el Nacional Potosí logró batir a Dituro. Su récord mundial, persiste.

Matías Dituro, a la izquierda, y Edu Vallecillo, derecha, en su etapa en el Aurora
Matías Dituro, a la izquierda, y Edu Vallecillo, derecha, en su etapa en el Aurora

«Fue un jaleo cuando se marchó»

El meta mostró en Aurora sus cualidades para ser determinante también en el área rival. «Tenía personalidad de capitán general y un golpeo extraordinario, a pesar de su envergadura. Montábamos muchas contras gracias a él». Su enorme temporada no pasó inadvertida en el vecino Wilster, que había mordido el polvo en el Capriles, y se lo llevó.

«Fue un jaleo cuando se marchó. Habíamos quedado por encima de ellos. Matías hizo lo que tenía que hacer, aprovechó su oportunidad para crecer», rememora Vallecillo. «Lo fichamos y se montó una buena. Aurora llegó a denunciar el pase a la federación», apunta Félix Quero, un extremo zurdo asturiano, que había pasado por Lugo, y militaba en el Wilster.

«Nos entrenaba Julio César Baldivieso y al empezar la temporada le hizo un encargo. Le dijo a Mati: ‘Tú, a patear los penales'. Era el primer lanzador del equipo. Asumía la responsabilidad y nunca perdonaba», recuerda Quero. Al Wilster le señalaron cuatro a favor. Dituro convirtió los cuatro.

Dituro festeja uno de los penaltis marcado con el Wilstermann.
Dituro festeja uno de los penaltis marcado con el Wilstermann.

«La gente que controla de esto ve el golpeo que tiene. Lo veías entrenar con Mauro Machado —entonces preparador de porteros del Wilster— y era una locura. La intensidad que le metía. Pone unos saques desde abajo, incluso de volea, que te monta la contra él solo. Tiene palancas magníficas y encima dirige muy bien. Me flipaba su capacidad para moverse de palo a palo. Volaba». Quero, con una grave lesión, vio como Dituro decidía en ambas áreas.

El gol de cabeza en Chile

El Antofagasta, de la liga chilena, lo contrató. En su debut, ante la Universidad de Chile, Matías paró un penalti en el descuento que valió un empate. El idilio continuaba. En la jornada 14, ante Wanderers y con 2-1 en contra, se sumó al ataque. Conectó con la testa para apuntarse, en el descuento, el que era su quinto gol.

Dituro festeja el gol de cabeza con el Antofagasta frente al Wanderers.
Dituro festeja el gol de cabeza con el Antofagasta frente al Wanderers.

Tras otra temporada impecable en Chile —adonde regresaría luego para consagrarse en la Universidad Católica—, el equipo más rico de Bolivia, el Bolívar, pujó por él. También era el gran rival del Wilster. «Con el Aurora teníamos el enfrentamiento local, pero el clásico del país era el Wilster-Bolívar. En ese momento, al nivel que estaba, ya solo ellos podían asumir el fichaje de Mati», señala Quero.

«Aquel día me dejó asombrado»

En un partido de Apertura ante San José, Dituro vio adelantado al meta rival, Carlos Franco. «Pensé en que si agarraba la pelota la metía al arco y, gracias a Dios, salió». Marcó de campo a campo. Ganaron 3-1. «Yo estaba viendo el partido y aquel día me dejó asombrado», reconoce Vallecillo. Con Bolívar, Dituro se proclamó campeón de Apertura y Clausura.

«Ya solo me falta marcar de tiro libre», tiene bromeado Matías con sus allegados. Los que jugaron con él en Bolivia, ironizan: «Que no se lo proponga en el Celta, que le quita las faltas a todos».