El Celta se consolida como visitante

Julio Álvarez- Buylla VIGO

GRADA DE RÍO

CATI CLADERA|CATI CLADERA

12 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Lejos de Balaídos, el Celta rinde, y así lo atestigua el haberse convertido en el sexto mejor equipo como visitante. El dato está ahí. Y eso que Mallorca no parecía el mejor lugar para sumar puntos y recuperar sensaciones. Un rival en racha y fuerte en casa se enfrentaba a un Celta con dudas y mermado en el ataque con la baja de su mejor activo. Pero en este caso, los vigueses, como en Mendizorrotza, se volvieron a sobreponer a todas las circunstancias adversas que se podían dar en el juego y en la climatología. Demostraron competir bien como visitantes y sumaron un importante punto dejando pinceladas que se deberían consolidar de una vez por todas en casa.

Y es que pese al fuerte viento en contra, las lesiones y las interrupciones habidas en los primeros 53 minutos, el Celta ofreció su cara más sólida en defensa, sobrevivió y creció en el partido durante los segundos 45 minutos para acabar siendo mejor que el rival y, además, haciendo méritos para ganar.

Eduardo Coudet no modificó su planteamiento de base y adaptó a los jugadores disponibles a su sistema de referencia. Pero el intenso viento en contra no fue la única piedra en el camino, ya que a los 15 minutos el infortunio se cebó con Santi Mina y la forzada presencia de Thiago Galhardo se hizo realidad. El brasileño fue una de las mejores noticias. Con minutos y protagonismo por delante, dejó las mejores pinceladas de lo que ha sido su obra hasta el momento. Dispuso de las mejores oportunidades demostrando tener ese instinto de área capaz de intuir donde va el balón. Además, fue la referencia en ataque, apareciendo y descargando de primeras con buen criterio, facilitando de esa manera la continuidad al juego de ataque de los vigueses.

Las buenas noticias no quedaron ahí. La segunda parte de los célticos fue buena. El Celta que fue creciendo proporcionalmente a la disminución de la velocidad del viento y el paso de los minutos se sostuvo ganando en medio campo gracias al trabajo eficiente de  Renato Tapia y Fran Beltrán, recuperando además en sus mejores minutos, sobre todo por la derecha, la asociación entre Denis Suárez y Brais Méndez. Pero también tuvo arrestos para contrarrestar el punto fuerte del equipo mallorquín. Las acciones a balón parado de los locales, cimentadas sobre todo en el juego de pies de Kang-in Lee y en los saques de banda profundos de Maffeo y Costa, no fueron un problema y ahí se acabó la aportación ofensiva de los locales, que más que oportunidades de gol, tuvieron situaciones de cierto riesgo en el área, en este caso bien solventadas por la defensa viguesa.

Pese al desgaste de un partido marcado por la climatología, Coudet retocó lo justo el equipo dando entrada a Nolito para pasar a Franco Cervi a la derecha, desde donde, con más campo, apareció con más protagonismo. Y como siempre en fútbol, el tiempo, juez inapelable e implacable, fue el que en este caso le acabó dando la razón al llegar el equipo a un final de partido en el que disfrutó de hasta cuatro oportunidades en el añadido para ganar.