El plantel considera en un triunfo en Cornellá despejaría el panorama por abajo y abriría las puertas al Celta para engancharse a la lucha por la zona europea
16 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.El partido con mayúsculas. No solo porque sea el siguiente, sino porque la plantilla del Celta considera que la visita al Espanyol es el duelo que puede abrir la puerta a objetivos más ambiciosos, aunque la tarea principal es la permanencia. Por el contrario, un revés podría volver a dejar a los vigueses —en función de los resultados de los rivales— en una incómoda posición.
Además, después de la eliminación copera en la prórroga y de ceder un empate in extremis en la ida, los vigueses reconocen que tienen ganas de revancha deportiva. Todo, con Iago Aspas, que ayer no entrenó por fiebre, entre algodones.
«Es el partido que va a definir a dónde vamos a poder llegar y dónde podemos estar a final de año. Es un duelo que nos puede dar un impulso hacia arriba», comentó ayer el mediocentro Fran Beltrán, que sin perder el norte de la permanencia, que cifra entre 42 y 44 puntos, quiere mirar hacia arriba. «Yo intento no mirar nunca para abajo, sino que quiero saber dónde está nuestro techo y nuestro límite».
El Celta llegará al partido de Cornellá con una racha de cuatro partidos sin perder, con ocho puntos de los 12 posibles, la mejor serie de toda la temporada y que se daba desde el inicio del año 2022 con Eduado Coudet en el banquillo, cuando los celestes habían estado cinco partidos sin perder, con dos victorias y tres empates (nueve puntos de 15).
«Ganar sería un gran impulso, pero si no se consiguen los tres puntos y ganan los de abajo, ya estaríamos de nuevo en el hoyo», avisó Beltrán, que recordó que cada vez que se empieza a hablar de Europa, llegan los problemas: «Podemos llegar a los puestos europeos, pero hay que ser conscientes de que otros años hemos dicho ‘Europa, Europa’ y al final estuvimos ahí abajo, peleando por no descender. Lo importante es dejar al equipo otro año más en Primera». En estos momentos, el conjunto vigués tiene cinco puntos de margen sobre el descenso y tiene el séptimo puesto —que puede conducir a la Conference League— a cuatro un puntos.
Además, los vigueses también reconocen que tienen cuentas pendientes con el Espanyol tras la eliminación copera. «Tenemos la espina clavada», dice Beltrán, que quiere vivir un final de curso ilusionante.
