El entrenador del Celta Fortuna destaca que, con el 2-0 ante el Sestao, el filial mostró todo su potencial hasta lograr un triunfo holgado
25 feb 2024 . Actualizado a las 09:31 h.El entrenador del Celta Fortuna, Claudio Giráldez, celebró su 36 cumpleaños con victoria de su equipo en Barreiro frente al Sestao, poniendo fin así a seis jornadas sin sumar de tres. «Se lo agradezco a los chicos por cómo trabajan y cómo creen en nosotros. Estoy en una edad en la que ya no me gusta demasiado cumplir y por lo menos una alegría», señaló. Cortan una dinámica que considera que «era injusta». «Estaba caro que algún día entraría y contento de que haya llegado un resultado así», señaló antes de mostrarse «agradecido a la gente que siguió confiando en momentos de resultados no tan brillantes».
Consciente de que regresan a play-off pase lo que pase en el resto de la jornada debido a los enfrentamientos director, reconocen que se quitan un peso de encima. «Parecía difícil perder hace seis semanas y difícil ganar ahora. El fútbol tiene esto. Hemos seguido creyendo en lo mismo y es una liberación. La victoria refrenda el trabajo en el día a día», insistiendo en que el fútbol «estaba siendo injusto con ellos».
El partido llegó al intermedio sin goles y fue en la segunda parte cuando los locales en Barreiro decantaron la balanza. «Cambiamos la manera de atacar, pasamos a atacar de cuatro y darles menos referencias a sus centrales. En los primeros minutos, se pone de cara», señala en referencia al penalti convertido por Hugo Álvarez. Asume que «hay días que sale mejor y pero», pero ellos siempre intentar «buscar soluciones al descanso» . En este caso, apunta que, sin estar mal en el primer tiempo, no estaban acabando de ser profundos e intentaron buscar otras maneras de «ubicarse en el campo con la misma idea de juego».
Giráldez dice que los jugadores estaban tranquilos, que confían en lo que hace el equipo y que no veía nerviosismo en los entrenamientos. «Era importante ganar un partido holgado, no llegar al final otra vez con el agua al cuello, ser más efectivos. Con el 2-0, el equipo se libera, se atreve y muestra su potencial, un torrente de fútbol, como una botella que se descorcha», compara. Además, deslizó que esta mala racha ha servicio «para ver quién realmente confiaba en el equipo y quién se ha bajado del barco».
El preparador celeste cifra la salvación en uno 45 o 46 puntos y admite que están «bien» de cara a ese objetivo. «Tenemos la ambición de llegar a lo máximo que podamos Vemos lo difícil que es ganar. Hemos estado seis jornadas acariciándolo y perdiéndolo y eso da valor a lo que hicimos antes», ahonda. Y no niega que este resultado «reconforta aunque no sea lo principal». E insiste en que prefieren jugar en Balaídos, si bien parte de que lo primero es que ese campo esté en las mejores condiciones posibles para el primer equipo.
Nombres propios
Preguntado por David de la Iglesia, jugador con ficha del Celta C Gran Peña que completó por primera vez un partido y que marcó el cuarto gol del encuentro, recordó que las recalificaciones en invierno fueron claves, porque sin ella no podría haber presentado la alineación de ayer sin riesgos en caso de expulsión. «Tiene talento y condiciones. La cabeza le jugó malas pasadas a principio de temporada; ahora está estable y saca su potencial. Se va con el premio del golazo y el partido completo, pero lleva tiempo trabajando en la sombra». Ahora espera que lo mantenga en el tiempo, que es «lo difícil cuando acabas de llegar».
Quiso el porriñés, asimismo, hacer alusión a Pablo Meixús y, a raíz de ello, a los técnicos de la base. «Meixús jugó su segundo partido como titular con una personalidad que parece que lleva en la categoría diez años. Tiene mucho mérito el trabajo del C, de Fredi (Álvarez) y de Alberto (Suárez) en el Juvenil, hacen que los jugadores estén preparados para ser protagonistas y no ponemos cortapisas a ningún jugador que demuestre que tiene nivel». En ese sentido, recordó también que ya han contado con otros jugadores como Antañón, Cantero o Piay, con fichas del segundo filial.
Un tercer nombre propio fue el guardameta Ruly García, que había errado en el gol que costó el empate en la jornada anterior. «Ha hecho paradas de mérito y entrena muy bien. Evidentemente, no tuvo suerte en los últimos partidos. Hay una parte que es culpa mía: uso a los tres (porteros) y a veces no está acostumbrados a cambiar tanto», reflexiona. Pero dice estar contento con los tres. «Ojala Ruly, que ha hecho un gran partido, mantenga este nivel y César y Coke mejoren. Los tres tienen proyección, están tranquilos y confían en sus posibilidades». También quiso recordar que los fallos en portería y defensa siempre son más llamativos.