Merkel y Abe aúnan fuerzas para luchar contra el proteccionismo de Trump

PATRICIA BAELO BERLÍN / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

CARSTEN KOALL | EFE

El primer ministro nipón insistió en la necesidad de mantener los lazos para garantizar el crecimiento y «un sistema abierto»

21 mar 2017 . Actualizado a las 07:26 h.

La locomotora europea ha decidido ampliar horizontes en Asia, consciente de que el continente desempeñará un papel más relevante en el orden económico internacional como consecuencia del proteccionismo de EE.UU. Si en enero Angela Merkel tendió la mano a China, ahora le toca el turno a Japón. «No solo las cosas se interconectan en el siglo XXI, también los Estados deben cooperar sin barreras. Esto incluye un compromiso claro con el libre comercio», abogó ayer la canciller alemana tras reunirse con Shinzo Abe en el marco de la feria tecnológica CeBIT de Hanover. Por su parte, el primer ministro nipón insistió en la necesidad de mantener los lazos para garantizar el crecimiento y «un sistema abierto», al tiempo que criticó el aislamiento, sin mencionar expresamente al nuevo enemigo común de ambos países: Donald Trump.

Solo dos días después de que el Gobierno estadounidense se negara a firmar una condena contra el proteccionismo en la conclusión final de la cumbre de ministros de Finanzas del G20 en Baden-Baden, Merkel se comprometió a ser el «motor» que impulse el acuerdo de libre comercio entre Japón y la Unión Europea. El llamado EPA empezó a gestarse en el 2003 y estaba estancado, hasta que el brexit y la agenda de Trump lo han reavivado con más fuerza que nunca. De hecho, Abe continúa su gira europea hoy en Bruselas para reunirse con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, quien ya este fin de semana anunció su intención de cerrar el convenio antes de que acabe el año, materializando así un acercamiento que responde únicamente a intereses económicos.

Mientras, el Ejecutivo alemán se empeñó ayer en quitarle hierro al hecho de que durante su encuentro del pasado viernes en el despacho oval, Donald Trump ignorara la propuesta de Angela Merkel de estrecharse la mano ante las cámaras. En una entrevista de televisión, el ministro de la Cancillería, Peter Altmaier, calificó el primer cara a cara mantenido por ambos líderes como «bueno y franco», aunque reconoció que sigue habiendo fuertes divergencias. El ministro admitió que sigue sobre la mesa la amenaza de Trump de imponer elevados aranceles a empresas y productos alemanes.

La canciller amenaza a Erdogan

Aún más tensa es la relación con Ankara. La paciencia de la jefa del Gobierno alemán empieza a agotarse, después de que el domingo el presidente Recep Tayyip Erdogan la acusara personalmente de «actuar como los nazis». Merkel, que en los últimos días ha llegado a ser representada con bigote hitleriano por la prensa turca, dijo que este tipo de comparaciones «deben cesar sin excusas que valgan», ya que ignoran el dolor de las víctimas del nacionalsocialismo y eso es algo que no va a consentir. Es más, por primera vez, la canciller amenazó a Erdogan, del que depende para reducir el número de refugiados que entran al continente europeo, con «revisar las autorizaciones» para la celebración de mítines turcos a favor del referendo constitucional del 16 de abril en su territorio, si estos no se ciñen a las leyes y los principios constitucionales alemanes.