California y Nueva York encabezan la resistencia contra Trump en EE.UU.

Francisco Espiñeira Fandiño
FRANCISCO ESPIÑEIRA REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

CLEMENS BILAN | efe

Treinta estados, decenas de ciudades y grandes empresas rechazan la salida de París

03 jun 2017 . Actualizado a las 09:51 h.

Donald Trump justificó su decisión de abandonar el Acuerdo de París alegando que sus votantes estaban en Pittsburgh y no en la capital francesa, pero ni a esos supuestos apoyos ha convencido. Ayer mismo salieron a la calle de forma masiva en la capital de Pensilvania para decir que ellos están en contra de la quiebra del consenso global. «Apoyaron a Hillary y ahora salen con esto», se defendió el presidente.

Las malas noticias para el magnate radican en que su controvertida decisión no solo ha contrariado a los ciudadanos de Pittsburgh, una de las capitales de la industria pesada estadounidense. Ayer, una treintena de estados, comandados por los dos más poblados del país, Nueva York y California, echaron mano de sus competencias y anunciaron que su compromiso en la lucha contra el cambio climático se mantiene intacto y que seguirán legislando en la línea de lo pactado en el Acuerdo de París, diga lo que diga la Casa Blanca. Y sesenta de las principales ciudades del país se sumaron de inmediato. Solo Nueva York y California suman la quinta parte de la población y el PIB, así como el 11 % de las emisiones contaminantes.

Esa reacción es similar a la protagonizada por muchas ciudades y estados a raíz de la primera gran polémica de la era Trump: la ley antiinmigración. Los feudos demócratas desafiaron la autoridad presidencial y se negaron a ejecutar las deportaciones exigidas por el presidente. Se crearon las llamadas ciudades santuario, a las que Trump intentó doblegar retirando parte de su financiación, aunque esa tentativa fracasó en los tribunales.

A diferencia de los demócratas, los republicanos aplaudieron masivamente la decisión de Donald Trump de cumplir con una de sus propuestas estelares. Algunos analistas apuntan a la política doméstica como una de las claves de la controvertida ruptura. El próximo año tocan elecciones para renovar numerosos puestos en todos los escalones del poder y el presidente ha querido hacer un guiño hacia los suyos.

La primera derrota de Ivanka

Por el camino, Trump ha sacrificado a su ojito derecho. Ivanka Trump se había erigido como la gran esperanza para mantener el compromiso de Estados Unidos con el medio ambiente, pero su padre se mostró inflexible. A nadie se le escapó el detalle de que ni ella ni su marido, Jared Kushner, acompañaron el anuncio de la ruptura del Acuerdo de París en el Rose Garden de la Casa Blanca. Ayer, se apresuraron a filtrar que el matrimonio Kushner había acudido a una sinagoga para celebrar la festividad judía del Shuavot. Pero es el primer momento estelar de la era Trump que Ivanka se pierde como testigo principal.

Sí se sentó en la primera fila el asesor presidencial para asuntos económicos, Gary Cohn, el otro gran derrotado por la decisión de Trump, que rechazó sus presiones, las de Ivanka y las del secretario de Estado, Rex Tillerson para complacer a su estratega principal, el ultraderechista Steve Bannon y concederle el triunfo que no alcanzó en la lucha contra los inmigrantes.

Críticas del sector económico

Tampoco ha recibido buenas palabras Trump desde el mundo empresarial. Las principales multinacionales del país se posicionaron contra su decisión y reiteraron su compromiso con el medio ambiente. Si Elon Musk, el dueño de Tesla, anunció al instante su renuncia a participar en el consejo asesor de Trump, ayer lo hizo el presidente ejecutivo de Disney, Robert Iger. Y gigantes como Apple, Goldman Sachs, Morgan Stanley, Exxon o Royal Dutch Shell lideraron a más de dos docenas de grandes marcas a favor de seguir luchando contra el cambio climático.

Putin cree que se podrían haber modificado las condiciones para evitar la ruptura

El presidente ruso, Vladimir Putin, fue el único que evitó criticar la decisión de Trump se abandonar la lucha contra el cambio climático. «Se podrían haber modificado las obligaciones de Estados Unidos», dijo desde San Petersburgo. Según Putin, no merece la pena condenar al presidente estadounidense por su decisión, ya que fue su predecesor, Barack Obama, quien decidió entrar en el acuerdo. «Quizás el actual presidente cree que la decisión no fue meditada», apuntó.

El presidente ruso llamó a Estados Unidos a mantener una posición constructiva en la lucha contra el cambio climático, pues considera que sin ese y otros países clave no habrá acuerdo en la lucha contra el cambio climático. 

Críticas asiáticas

Menos diplomáticos se mostraron los representantes de los principales países asiáticos. Si China ya expresó su rechazo antes de conocerse la ruptura, ayer la India indicó que sigue estando comprometida con el Acuerdo de París «independientemente de lo que hagan otros países». «La India, bajo el liderazgo de Narendra Modi, ha asumido la energía renovable como un artículo de fe y es firme en sus compromisos de París, independientemente de lo que hagan otros», declaró el ministro de Energía.

Japón, por su parte, lamentó la decisión y el ministro de Exteriores, Fumio Kishida, aseguró que el país seguirá trabajando para que se implemente el acuerdo, mientras que Corea del Sur se expresó en términos similares.

Más contundente se mostró el secretario general de la ONU, Antonio Guterres. «No se puede detener» la lucha contra el cambio climático, advirtió Guterres, llamando a todos los países a «seguir comprometidos» con los acuerdos de París a pesar de la renuncia de Estados Unidos.