Los recortes de May se vuelven en su contra en el final de campaña

Juan Carlos Martínez REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

El alcalde de Londres, Sadiq Khan, visita la escena de los ataques junto a la comisaria de la Policía Metropolitana Cressida Dick
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, visita la escena de los ataques junto a la comisaria de la Policía Metropolitana Cressida Dick CLODAGH KILCOYNE | Reuters

Dos de los terroristas abatidos, uno de origen pakistaní y otro marroquí, ya habían sido investigados por la policía

06 jun 2017 . Actualizado a las 20:00 h.

La campaña electoral se reanudó ayer en el Reino Unido, tras la pausa forzada por los asesinatos de Londres, en tono agrio. El líder laborista, Jeremy Corbyn, pidió la dimisión de la primera ministra, Theresa May, quien tras el atentado del sábado pidió más medios para las fuerzas de seguridad, a pesar del recorte continuado de la plantilla policial mientras fue ministra de Interior, entre los años 2010 y 2016. La sensación de inseguridad que provoca el terrorismo suele favorecer electoralmente a los partidos que se hallan en el poder, pero en este caso podría no ser así. Ayer se supo que la brecha en las encuestas entre los conservadores y los laboristas se había estrechado hasta los 9 puntos porcentuales, desde los 20 que los separaban al principio de la campaña.

El margen de maniobra es mínimo. Para las elecciones del jueves, los laboristas deben movilizar a los ciudadanos y lograr una gran participación si quieren ganar. A los tories les favorecerá un alto índice de abstención; de hecho, no han hecho un llamamiento intensivo para que se acuda a las urnas.

Según Corbyn, May es corresponsable de que ahora haya 20.000 policías menos que en el 2010, cuando asumió el cargo de ministra de Interior, y por tanto la ciudadanía está insuficientemente defendida.

May reaccionó al atentado con una respuesta de fuerte contenido ideológico, pidiendo que se revise la estrategia antiterrorista, se reduzca la tolerancia hacia los islamistas radicales y se endurezcan las penas para los condenados por terrorismo. Ayer rechazó las acusaciones de que su Gobierno no se hubiera ocupado suficientemente de las fuerzas policiales. Se remitió para ello a las declaraciones de la jefa de la policía de Londres, Cressida Dick, quien aseguró que las autoridades cuentan con los recursos necesarios para combatir el terrorismo.

Su afirmación contradice los datos que manejan los sindicatos policiales. La Federación de Policías de Inglaterra y Gales ha sacado a relucir el último informe de la Inspección de Policía de su Majestad (HMIC), en cuyas conclusiones señala que «las fuerzas policiales se esfuerzan por sobrevivir a la austeridad y luchan por responder a los crecientes y cambiantes niveles de demanda». El deterioro de las fuerzas de seguridad se percibe especialmente en lo que respecta a los policías de barrio, que con su constante patrullar podrían ser la fuerza de reacción más eficaz contra el nuevo terrorismo de a pie. Los ciudadanos perciben esa circunstancia. De acuerdo con una encuesta de la misma inspección, solo el 19 % de los ciudadanos reconocían haber visto una patrulla policial por la calle a lo largo del mes. En el 2015, los que sí habían visto a sus policías de barrio eran el 26 % de los encuestados.

Identificados

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A pesar de estas carencias, la policía de Londres anunció ayer la detención de «varias personas» más, que se unen a las arrestadas el sábado en la redada de Barking de las cuales 10 quedaron ayer en libertad sin cargos. Otras dos ya habían sido liberadas.

También confirmó que se ha identificado a dos de los tres autores del atentado, abatidos por las fuerzas de seguridad. Se trata de Khuram Shazad Butt, británico nacido en Pakistán, y de Rachid Redouane, de origen marroquí, y los dos habían sido investigados por la policía. Shazad, de 27 años, y Redouane, de 30, vivían en el barrio de Barking; estaban casados y tenían hijos. El primero de ellos fue uno de los protagonistas del documental de Channel 4 The Jihadists Next Door (Los yihadistas de la puerta de al lado), sobre un grupo de fundamentalistas musulmanes de Londres. Estaba fichado, pero no se le consideraba peligroso.

Sobre el tercer terrorista muerto, los agentes señalaron que siguen las pesquisas para confirmar su identidad.