Temer impone su estrategia para frenar su denuncia por corrupción

Miguel Piñeiro Rodríguez
miguel piñeiro BRASILIA / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Joédson Alves | EFE

El juez Sergio Moro aceptó en la previa al debate en el Parlamento un sexto proceso contra el expresidente Lula

03 ago 2017 . Actualizado a las 08:13 h.

Sin rastro de protestas ante el Parlamento, con el ruido inevitable de una Cámara muy atomizada pero imponiendo en ella su capacidad de seducción nada disimulada, Michel Temer salió victorioso del trámite para evitar que la denuncia por corrupción de la Fiscalía General contra él llegue al Tribunal Supremo.

La decisión se adentraba en la media noche española tras 10 horas de debate, pero finalmente el presidente brasileño logró 263 votos en el pleno para alejar la sombra de una suspensión de 6 meses. La oposición, que en su totalidad se volcó a favor del juicio, precisaba alcanzar una mayoría calificada de dos tercios (342 de los 513 diputados) para darle curso a la acusación, pero se quedó en 227 votos.

La estrategia de Temer funcionó a la perfección. Por la mañana, prescindía de diez ministros para que retomasen sus actas de diputados y maniobrasen en el Parlamento. Desde las 9.00 hasta las 12.37 (cuando se alcanzó el cuórum de 342 diputados), los líderes de la base que sustenta el Gobierno ofrecieron enmiendas y cargos a diputados que dudaban en su voto. «Temer convirtió la sede del Gobierno en una oficina de negocios, y ahora lo hace en el Parlamento», espetó el líder del PT, Carlos Zarattini. Al mismo tiempo, Temer recibía a ministros y diputados en su residencia oficial.

Lo accesorio parecía el contenido de la denuncia. «Solo denota ansia por ver al país en dificultades. Es una trama para enredar», zanjó el abogado de Temer, Antônio Mariz. «Hay que pasar a cosas más importantes», pedía el vicelíder del grupo del Gobierno en la Cámara, Júlio Lopes. La economía centró la postura de Temer. Paulo Abi-Ackel, quien defendió el caso del presidente, usó más de la mitad de su intervención elogiando los esfuerzos del Gobierno para enfrentar la crisis. Los diputados que tomaron la palabra en apoyo a Temer antepusieron la estabilidad económica a la veracidad de la denuncia.

La oposición fracasó en su estrategia que, según el diputado del PTdoB, Silvio Costa, era no registrar la presencia de los críticos para retrasar lo más posible la votación. Esa petición quedó en nada y Costa llamó «burros» a los que participaron. Fracasada al impedir el cuórum, la oposición sí logró obstruir el proceso de votación, obligando a una nueva convocatoria. Pero gracias también al controvertido rol del presidente de la Cámara, Rodrigo Maia, Temer se disponía a superar su primer asalto contra el fiscal general Rodrigo Janot, que maneja todavía otra denuncia contra el presidente por corrupción. 

Lula, imputado por sexta vez

El nombre de Lula da Silva estuvo casi tan presente como el de Temer durante la sesión. Cuando un grupo opositor irrumpió en la sala con una pancarta y gritos de «¡Fora Temer!», escucharon respuestas de «¡Lula na cadeia!». El juez Sergio Moro aceptó en la previa al debate en el Parlamento un sexto proceso contra el expresidente, presunto usuario de una propiedad en el interior de São Paulo en la que, supuestamente, las constructoras Odebrecht, Schahin y OAS invirtieron un millón de reales en reformas.