Trump se enroca en la defensa de los supremacistas pese a su aislamiento

Adriana Rey NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Reuters

Los militares se unen a políticos y empresarios en repudiar sus comentarios raciales

18 ago 2017 . Actualizado a las 07:52 h.

La falta de disciplina del presidente de EE.UU. le está aislando de tal manera que las dudas sobre si acabará sus cuatro años de presidencia ya no solo planean entre sus compañeros de partido sino que se extienden a su Gabinete, desde donde filtran a los medios el creciente malestar por la defensa que Donald Trump hace de los supremacistas blancos, tras los ataques racistas en Charlottesville. Lejos de preocuparse, sigue incendiando el debate racial. No solo ha asegurado a sus más cercanos que la explosiva rueda de prensa del martes supuso para él un desahogo, sino que este jueves continuó echando leña al fuego al deplorar la retirada de la simbología confederada.

«Es triste ver la historia y la cultura de nuestro gran país siendo destrozadas con la eliminación de nuestras hermosas estatuas y monumentos. No puedes cambiar la historia, pero puedes aprender de ella. Robert E. Lee, Stonewall Jackson ¿quién es el siguiente, Washington, Jefferson? ¡Qué tontería!», tuiteó en alusión a que los padres fundadores de EE.UU, según él mismo recordó esta semana, poseían esclavos.

Un «deshonor»

Volvió así a ponerse del lado de la ultraderecha, agrandando la crisis racial de fabricación propia que ahoga su presidencia. A la rebelión de los republicanos y la élite empresarial, se sumaron ayer la de los militares. Los jefes del Ejército, la Fuerza Aérea, la Armada, la Marina y la Guardia Nacional, han tuiteado sus denuncias contra los supremacistas blancos que participaron en las manifestaciones de Charlottesville y en clara contraposición a la postura del comandante en jefe. La condena de la cúpula militar es destacable, ya que tienden a permanecer fuera de la arena política. El secretario de Asuntos de los Veteranos, David Shulkin, aseguró considerar un «deshonor» no cuestionar a los nazis. La postura de Shulkin, así como la de otros pesos pesados republicanos, fue censurada por Trump. En otro ataque de ira tuitero cargó contra todo y contra todos: del veterano senador Lindsey Graham dijo que solo «busca-publicidad» con una «repugnante mentira» y calificó de «tóxico» al senador Jeff Flak.

Su absoluta falta de mesura se encontró con una reprimenda de Emmanuel Macron. A pesar del «idilio político» vivido entre ambos mandatarios hace escasas semanas, el presidente francés declaró estar «al lado de los que luchan contra el racismo y la xenofobia», aunque sin citar a su homólogo estadounidense.

Bannon declara la guerra a sus enemigos de la Casa Blanca

Steve Bannon lleva meses en el punto de mira. Sus ideas extremistas, así como la influencia que tuvo en la conquista del voto de la ultraderecha durante la campaña electoral, lo han colocado en el centro de la nueva polémica que azota a la Casa Blanca.

Tras días de rumores sobre su posible salida a raíz de la tibieza que Donald Trump mantuvo con los supremacistas blancos tras los ataques de Charlottesville, ahora el populista ha dado una entrevista que le pone, una vez más, al borde del precipicio. Lejos de apoyar la última postura de su jefe con respecto a los altercados, Bannon habló con desprecio a los mismos supremacistas blancos que impulsó desde Breitbart News: «Son un grupo de payasos y unos perdedores. Creo que la prensa les da demasiada importancia y debemos ayudar a aplastarles», dijo al portal American Prospect.

A pesar de que desde su entorno aseguran que la entrevista era off the record, no se trata de una mera casualidad. Fue el propio Bannon quien se puso en contacto con el jefe de la publicación liberal. Además, conoce a la perfección el mercado de los medios de comunicación, por lo que sus declaraciones están medidas a conciencia para cargar contra todos: «Se están meando encima», dijo de sus adversarios en los departamentos de Estado, Defensa y Tesoro, contrarios a mantener una política de mano dura con China. «Estamos en un a guerra económica con China, afirma y pronostica que EE.UU. la perderá.

La incógnita ahora es cómo Trump reaccionará a una entrevista en la que Bannon también marca distancias en relación a la posición que el republicano tiene sobre desatar «fuego y furia» sobre Corea del Norte. «No hay una solución militar, olvídenlo», afirmó en claro desafío al presidente.

Cruzada de Silicon Valley contra las plataformas supremacistas

La todopoderosa industria tecnológica de EE.UU. ha tomado cartas en el asunto y ha finalizado con su habitual neutralidad. Silicon Valley ha dejado de cruzarse de brazos para reaccionar al unísono en contra de la defensa de los supremacistas blancos por parte de Donald Trump y cortar todos los servicios prestados a grupos de odio.

Las acciones pasan por retirar infinidad de propaganda racista que se impulsa a través de plataformas que dan soporte a páginas como The Daily Stormer, uno de los sitios donde se concentran las soflamas de grupos homófobos, xenófobos y racistas. GoDaddy, la empresa a la que la página racista contrató su dominio, fue la primera en reaccionar cancelando cualquier actividad de la misma. A ella le siguieron los gigantes de Twitter, Linkedin, Spotify o la empresa de seguridad Cloudfare, que cortaron los servicios que se les daba a dichos grupos. Airbnb, Google o Apple han sido los últimos en anunciar un bloqueo a cualquier transacción desde sitios que promovieran el supremacismo blanco.

El presidente ejecutivo de Apple, Tim Cook, ha anunciado que su compañía incrementará sus donaciones a grupos de derechos humanos hasta el próximo 30 de septiembre. «El odio es un cáncer y si no se aborda destruye todo en su camino», dijo Cook tras la defensa del presidente.