Símbolo de la resistencia palestina

R. P. REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

ANDRE PAIN | efe

El mito de que Israel era invencible se esfumó con la derrota sufrida en la batalla de Karameh

21 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Al amanecer del 21 de marzo de 1968, el Ejército israelí lanzó un ataque contra los fedayines (los milicianos palestinos) en sus bases en Jordania en represalia por un atentado contra un autobús escolar que dejó numerosos heridos. El principal objetivo era el cuartel general de Al Fatah situado en Karameh, un pequeño pueblo jordano en el valle del Jordan. Nada salió como esperaba Israel, un año después de su fulgurante victoria sobre los árabes en la Guerra de los Seis Días.

Los invasores encontraron una fuerte resistencia de 500 fedayines y soldados jordanos. Los combates se sucedieron calle por calle. La batalla finalizó con más de 120 muertos en las filas de Al Fatah y las tropas de Amán, pero los israelíes no consiguieron su objetivo y tuvieron que retirarse tras perder a 36 de sus soldados y numerosos tanques y aviones. Israel se enfrentaba a su primera derrota bélica desde la proclamación de su Estado en 1948.

La victoria en Karameh (sacrificio, en árabe) se convirtió así en el símbolo de la resistencia palestina y catapultó el prestigio de Al Fatah y a su líder Yaser Arafat, un entonces desconocido ingeniero incorporado en 1965 a la lucha contra los ocupantes.

Este enfrentamiento bélico supuso todo un cambio de rumbo. Fue el primer paso de los palestinos para liberarse de la tutela de los regímenes árabes hasta lograr en 1969, de la mano de Arafat, el control de la OLP, fundada por la Liga Árabe y controlada por esos los estados del golfo Pérsico y Egipto.

Para comprender la importancia de Karameh hay que dar a un repaso a la situación previa de la región. Un año antes había tenido lugar la derrota árabe ante Israel en la fulminante guerra entre el 5 y el 10 de junio de 1976, que cambió el reparto de poder de Oriente Medio y un golpe mortal al nacionalismo panárabe de Nasser.

Pero Karameh también dio lugar a una serie de sucesos que condujeron al Septiembre Negro en Jordania, cuando el rey Huseín ordenó al Ejército jordano aplastar a los envalentonados guerrilleros palestinos.