Maduro indigna a Venezuela con un banquete opíparo en Turquía

Pedro García Otero ESTAMBUL

INTERNACIONAL

Califica da «canalla mediática» a quienes objetan sus gustos

18 sep 2018 . Actualizado a las 23:29 h.

Un día después de que sus imágenes comiendo en uno de los restaurantes más exclusivos de Turquía causaran consternación en una Venezuela al borde de la hambruna, el presidente del país, Nicolás Maduro, argumentó haber sido «invitado» a cenar con el chef Nusret Gökçe, alias Salt Bae. Afirmó que «nos dimos como cien abrazos» y anunció que en su próxima visita a Estambul volverá al lugar, acusando a lo que calificó como «canalla mediática internacional» de divulgar las imágenes en las que come junto con su esposa, Cilia Flores, en el restaurante, el cual, según señaló, «cualquier escuálido (opositor) puede visitar».

Maduro, como el nombre del restaurante que visitó, parece echar sal en la herida de un país en el que en este mismo momento nadie puede comprar un kilo de carne de res de manera legal en una carnicería. Los medios internacionales, en efecto, han destacado la cena y en Miami, por ejemplo, una inversión realizada hace meses por Gökçe (una celebridad mediática) corre peligro ante la ira combinada de las diásporas cubana y venezolana.

Salt Bae ha actualizado su perfil en Wikipedia reseñando la polémica generada con la atención a Maduro, y ya estaba en la mira de la comunidad cubana en el exilio por haberse mostrado en Instagram con una camiseta del Che Guevara. Y aunque eliminó los vídeos que subió a esta red social sirviéndole carne a Maduro (quien aprovecha para fumarse un enorme puro tras la cena), los mismos se habían hecho virales antes de que decidiera borrarlos.

La parada de Maduro en Estambul, tras su viaje a China, tuvo una duración de dos horas, las mismas que le tomó comer en Salt Bae. En el vídeo se le ve diciendo a su mujer «esto es una sola vez en la vida». En Venezuela, en tanto, su popularidad, ya muy desgastada, sufrió un nuevo golpe de indignación, especialmente en las redes sociales.

John Magdaleno, un analista político generalmente moderado, señaló que «el contraste entre el vídeo de los gustos presidenciales y las escenas de hermanos venezolanos comiendo de la basura (que presenciamos todos los días) es tan abyecto que no se quedará solo en el escándalo. Sea error o no, traerá cola». Otros analistas señalaron que con el vídeo se tapa la atención de lo que un Maduro cercado internacionalmente y quebrado financieramente haya podido negociar con China, que, según el Gobierno venezolano, ha ofrecido un paquete de ayuda por 5.000 millones de dólares potencialmente ilegal en tanto no ha sido aprobado por la opositora Asamblea Nacional.

«Maduro se da banquete de carnes y Salt Bae lo agasaja como un rey», dijo, a su vez, el senador estadounidense Marco Rubio, acérrimo enemigo del mandatario. El diputado venezolano Juan Pablo Guanipa calificó la cena de «cinismo elevado a la enésima potencia. El sadismo de un gobernante que mata de hambre a su pueblo pero se sienta en la mesa de un parrillero gourmet». A su vez, el empresario periodístico Alberto Ravell señaló: «¿Cuándo das más vergüenza que Maradona? Salt Bae borró el post de Maduro pero dejó el de Diego».